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ASTRONOMÍA EN OTRAS CULTURAS ANTIGUAS

 

ASTRONOMÍA CHINA

ASTRONOMÍA INDIA

ASTRONOMÍA MAYA

ASTRONOMÍA INCA

ASTRONOMÍA AZTECA

 

ASTRONOMÍA CHINA

 

Observatorio en Henan, China

La astronomía oriental es más antigua que la desarrollada en la antigua Europa y Cercano Oriente, aunque es poco lo que se conoce sobre ella. Los chinos consideraban que la estructura del universo era como una fruta que colgaba de lo que se conoce en occidente como la estrella polar y describieron 284 constelaciones distribuidas en 28 "casas", templos o cuadrículas que ocupaban todo el firmamento. En el 2357 AC habían desarrollado uno de los primeros calendarios solares de los que se tiene noticias. Del 2137 AC data el primer registro de un eclipse solar. Desde el 1766 AC utilizaban un calendario lunar con un ciclo de 19 años, coincidente con el de Metón de Azenas del 432 AC En el -1200 constataron la existencia de manchas solares. En el -350 Chij Chen catalogó 800 estrellas. En el -100 descubrieron la brújula, comparando su direccionamiento, aún incierto, con las posiciones solares y estelares.

Atlas cometario chino

Inicialmente concebían una tierra y un cielo planos, separados 40.000 km. Creían que el Sol, al que calculaban un diámetro de unos 625 km, giraba en el cielo excéntrico respecto de la vertical de China, de modo que, cuando se acercaba se hacía de día y, cuando se alejaba, de noche. Esto no explicaba el tránsito solar por el horizonte, de forma que tuvieron que curvar tal concepción en dos semiesferas concéntricas, calculando el radio de la terrestre en 30.000 km. No se conoce la forma de deducir tales dimensiones. Tal vez la de la Tierra fuese consecuencia del cálculo de la curvatura de cada grado de su circunferencia.

Sector del dragón verde
1.- El cuerno
2.- El cuello
3.- La raiz
4.- La habitación
5.- el corazón
6.- La cola
7.- El cesto

Sector de la tortuga negra
8.- La válvula
9.- El búfalo
10.- La mujer
11.- El vacío
12.- El techo
13.- La casa
14.- El mudo

Sector del tigre blanco
15.- Las piernas
16.- El lazo
17.- El estómago
18.- Los luminosos
19.- la red
20.- La tortuga
21.- Los tres asociados

Sector el pájaro bermellón
22.- El pozo
23.- El genio
24.- El sauce
25.- La estrella
26.- El “carrelet”
27.- las olas
28. El carro

Constelaciones chinas en 2400 a.C.

 

A partir del siglo II se llega a una concepción totalmente esférica, a partir de la cual inventan la esfera armilar, formada por reglas anulares de cálculo y medición, que representan el recorrido celestial aparente de los distintos astros, vistos desde la Tierra. Este instrumento que fue asumido por los científicos europeos dos siglos después. Aún se desarrolló más la visión cósmica de los chinos, que llegaban a explicar que el universo era una especie de huevo (es decir, una forma cuasi elíptica de revolución, lo que la asemeja a la concepción sumeria del universo, asumida por el judaísmo, aunque los chinos no creían que navegase “entre dos aguas”, sumergido en ellas) cuya yema era la Tierra, aunque la situaban en el centro, sola y pequeña, y no en un foco de la elíptica u ovoide. Estos descubrimientos, que podemos considerar confucianos, se trastocaron a partir de la visión taoísta, según la cual, consecuencia de la contradicción entre el movimiento y la inmovilidad, el yin y el yang, y Lo Absoluto (o Lo Infinito, con un sentido cósmico generatriz; en chino Tai-chi) el universo estaba formado por fuego, tierra, metal, agua y madera, mutuamente generadores y mutuamente aniquiladores, y que, por todo ello, era amorfo, infinito y superficial, es decir, vacío en su interior. Obsérvese que ambas concepciones concuerdan, parcialmente, con las actuales, aunque fueron incapaces de conseguir una imbricación integradora de ellas, unificándolas.

28 Constelaciones chinas (asterismos)

Nombre

Chino

Nombre en

Español

Cuadrante

Aprox.
Constelación

Occidental

Jiao

Los dos

 Cuernos

Oriente

Este

 

 

Dragón

Verde


 

1

Spica

Kang

El Cuello

El Dragón

2

Virgo

Di

La Raíz o

La Fundación

3

Libra

Fang

El Cuadrado o

La Habitación

4

Xin

El Corazón

El Gran Fuego

5

Antares

Wei

La Cola del

Dragón

6

Escorpio

Ji

El cedazo, o

El colador

7

Sagitario

Dou

El Cucharón

El Bizco

Norte

 

 

 

Tortuga
Negra

O el

Sombrío Guerrero

8

Niu

El Buey

9

Capricornio

Nu

La Mujer

10

Acuario

Xu

El Vacío

El Caos

11

Wei

El Precipicio

12

Acuario / Pegasus

Shi

La Casa

13

Pegasus

Bi

Muro

Occidental

14

Kui

El Jinete

La Zancada

 

Oeste

Occidente

 

 

Tigre

Blanco


 

15

Andromeda

Lou

El Montículo

16

Aries

Wei

El Vientre

17

Mao

Pléyades

18

Pléyades

Bi

El Filete

o Red

19

Taurus

Zi

Pico

20

Cabeza de

Orión

 

Orión

Shen

Orión

21

Jing

La Bondad

El Pozo

Sur

 

 

 


Pájaro

 Rojo

22

Géminis

Gui

El Fantasma

23

Cáncer

Liu

La rama

del Sauce

24

Hydra

Xing

El Pájaro

25

Alphard

Zhang

El Arco

Tendido

26

Cráter

Yi

Las Alas

27

Corvus

Zhen

El Carruaje

28

 

En el 336 Ju Jsi determinó la precesión de los equinoccios en 1 grado cada 50 años. En el 635 concluyeron que la cola de los cometas siempre apunta en dirección opuesta a la situación relativa del Sol. En el 1006 observaron una supernova que podía verse durante el día, lo que no ha vuelto a ocurrir desde entonces. En el 1181 registraron la explosión de una supernova, a partir de la cual se formó la nebulosa de El Cangrejo. El filósofo Chu Jsi (1131/1200) concebía el universo originado a partir de un caos primordial de materia en movimiento, cuya rotación hizo separar los elementos. Los más pesados, como la Tierra, ocuparon el centro, y los más livianos los bordes. Así establecía una jerarquía, según sus pesos relativos, de estrellas, Sol, planetas, Luna, nubes, aves, árboles, mamíferos, reptiles e insectos reptantes (en chino yuan-yuan, insulto con el que denominaban a los bárbaros, por lo que no sabemos si existían hunos o jsiung-nu amarillos y blancos, o si confundían razas y culturas distintas, como los t'u-kiu o turcos, bajo la misma denominación) etc.. Obsérvese la interrelación con la concepción budista, la religión oficial de China desde el siglo V, con todo ello.

 

 

EL OBSERVATORIO DE BEIJING

Tomado de Paco Bellido en http://mizar.blogalia.com/historias/64574


Al comienzo de la dinastía Yuan, en 1279, los astrónomos Wáng Xún y Guo Shoujìng construyen un observatorio en las afueras de Beijing, El observatorio se funda con el fin de realizar observaciones celestes que permitan emprender la reforma del calendario. Guo Shoujìng había inventado dos de los instrumentos astronómicos que todavía hoy se pueden ver en el observatorio, la esfera armilar simplificada y la tabla cuadrada, una evolución del gnomon que permite medir la altura del sol midiendo su sombra sobre una serie de círculos concéntricos.


En 1442, durante los inicios de una nueva dinastía, la Ming (1368-1644), el emperador Zhèngtong encarga la construcción de un nuevo observatorio cerca del emplazamiento del anterior. Este nuevo observatorio se alza sobre la muralla que rodeaba la ciudad, esta sólida construcción lo protege de los frecuentes terremotos y también de los incendios. En la actualidad el observatorio se encuentra en una de las vías más ajetreadas de la ciudad, la avenida de Chang’An que atraviesa la plaza de Tian'anmen y la Ciudad Prohibida, pero hace poco más de un siglo era una zona tranquila rodeada de granjas.

En esta primera fase el observatorio dispone de una esfera armilar, una armilla simplificada y un globo celeste, además de un gnomon. La propia torre del observatorio se empleaba como gnomon bajo el lírico nombre de Salón de la Sombra solar.

En la azotea del Antiguo Observatorio de Beijing se pueden ver algunos de los instrumentos diseñados por Verbiest.

El instrumento altazimutal se utilizaba para medir la posición de los astros respecto al horizonte y al cenit. El globo celeste de 1,8 metros de diámetro se utilizaba para cartografiar e identificar objetos celestes. La esfera armilar eclíptica del mismo tamaño servía para medir la diferencia de longitud eclíptica y las latitudes de los astros. La esfera armilar ecuatorial se utilizaba fundamentalmente para medir el tiempo solar verdadero y la posición de los astros. El cuadrante altazimutal de 1,8 metros de radio permitía medir la altura o la distancia al cenit de los astros. Por último, el sextante se usaba para medir la elevación de un astro sobre el horizonte. También se utilizaba para medir el ángulo de separación entre dos objetos, siempre que este no superara los 60 grados.

Estos grandes instrumentos con sus decoraciones de dragones típicamente chinas demuestran el ingenio de Verbiest como diseñador, ya que a pesar de su peso son muy fáciles de manejar.

El Observatorio Antiguo de Beijing fue remozado y abierto como museo en 1983. Antes de los Juegos Olímpicos de 2008 se agregaron algunos instrumentos nuevos y se hicieron algunas reparaciones.

El observatorio es un remanso de paz en el bullicio de la capital china, en su cuidado jardín se pueden ver algunos instrumentos interesantes que se añaden a los seis instrumentos de Verbiest que hay en la azotea. En las tres salas del museo se hace un breve recorrido por la historia de la astronomía china. Se incluyen algunas maquetas de aparatos astronómicos y paneles explicativos en chino e inglés.

Algunos instrumentos que se pueden ver en el jardín son réplicas de los originales, trasladados al Observatorio de la Montaña Púrpura de Nanjing en 1931 para evitar que cayeran en manos japonesas. Es de esperar que en el futuro los instrumentos originales vuelvan a su emplazamiento original.


La colección de instrumentos se completa con varios relojes de sol analemáticos y de otros tipos.

 

Cronología

2.357 aC  Los chinos desarrollaron el primer calendario solar que la historia tenga noticia. Realizan una descripción de Las Pléyades.

2.137 aC  El astrónomo Tchoung-kang realiza el primer registro escrito de un eclipse de Sol (22 de octubre).

1.766 - 1.122 aC Durante la Dinastía Shang, los chinos utilizaron un Ciclo de 19 años (235 lunaciones) para medir el tiempo. Este Ciclo sería posteriormente Ciclo Metónico, pues el sabio Metón de Atenas, lo determinó en el 432 aC.

1.200 aC Los astrónomos chinos, durante la Dinastía Shang, realizan el primer registro de manchas solares, llamándolas "motas oscuras" en el Sol.  

siglo VII aC Durante el periodo Anyang, los astrónomos chinos registraron la ocurrencia de eclipses y pasos de cometas.

532 aC Registro de la aparición de una estrella huesped (supernova) en la constelación del Aguila.

350 aC El astrónomo Shih Shen realizó un catálogo que contenía información de 800 estrellas.

207 aC La cosmología china se debate entre dos concepciones: la de Hun Thien, de Universo esférico, sustentada por los confucionistas y la Hsuan Yeh, de Universo sin forma, infinito y vacío, de corte Taoista. 

Para los taoistas, el tao era el camino de la naturaleza, del hombre y de todo proceso cósmico.

165 aC Astrónomos chinos continúan el registro de manchas solares. Las llamaron "bandadas de grullas" en el Sol. 

100 aC Los chinos inventan la brújula.

184 dC Registro de explosión de una supernova en la constelación del Centauro.

336 dC El astrónomo Hu Hsi determina la Precesión de los Equinoccios en un grado cada 50 años.

393 dC Registro de una estrella huesped (supernova) en la "Cola del Dragón", actual constelación del Escorpión.

635 dC Los astrónomos chinos registran que la cola de los cometas apunta siempre en dirección contraria a la posición del Sol.

Mapa estelar de Dunhuang

1006 Reporte de una supernova en la constelación del Lobo. La estrella era tan brillante que se podía observar de día. Hasta ahora es la supernova más brillante que se ha reportado. 

1054 Los astrónomos chinos observan y registran la explosión de una supernova, que posteriormente daría origen a la nebulosa del cangrejo.

1181 Reporte de la explosión de una supernova. Por dificultades de traducción no se ha identificado la posición de la misma.

Observatorio de Beijing

siglo XII dC El filósofo Chu Hsi (1131-1200) describe su concepción del Universo: un caos primordial de materia en movimiento, con 9 esferas de vientos, en donde la materia pesada se concentra hacia el centro y la materia liviana en los bordes.  

 

ASTRONOMÍA INDIA

 

Los antiguos hindúes decían que el Universo era una noche de sueño cósmico de Brahma.

Este sueño de 4.320 años terrestres, era guardado por Shiva, el señor de la danza cósmica.

Cuando Brahma despierte, el Universo terminará.

La sociedad civilizada surge en la India, al igual que en Mesopotamia y Egipto; con la cultura de la Edad del Bronce. Sin embargo no es mucho lo que se sabe del Indo más allá del 3.000 aC.

Esta cultura antigua, extinguida hacia el 2.000 aC, usaba el sistema de numeración decimal y su escritura era pictográfica.

Esta civilización fue sustituida por los Arios del Norte que hablaban el Sánscrito y sus tradiciones eran transmitidas de forma oral por sus sacerdotes brahmanes.

Poco antes de la era cristiana, se adoptó una escritura alfabética y se comenzó toda una labor de recopilación del cocimiento hindú antiguo. Estos compendios antiguos, Los Vedas, contienen las primeras referencias astronómicas en lo que respecta al Sol, la Luna y las estrellas. Como cosa extraña, los planetas no poseen ninguna referencia.      

Los astrónomos hindúes conocían las obras de Hiparco, pero no las de Ptolomeo. En este sentido podemos afirmar que en algún momento entre el 150 aC y 140 dC ocurrió una importante transición, pero posterior al 664 dC prácticamente se perdió producto de las invasiones musulmanas.

Observatorio astronómico de Jaipur

Los dos grandes astrónomos hindúes, Varahamihira (505 dC) y Brahmagupta (628 dC) trabajaron en el observatorio astronómico de Ujjain.

Varahamihira construyó un compendio de la astronomía hindú: los Siddantas. En ellos se expresa que el conocimiento astronómico hindú provenía del Occidente (Yavanas).

Los astrónomos hindúes, para poder explicar el complicado movimiento planetario, recurrieron a la teoría griega de los Epiciclos, pero en lugar de ser redondos, los mismos eran elípticos.

Observatorio astronómico de Jai Singh

Calendario

El término calendario hindú es confuso ya que se refiere al conjunto de calendarios regionales de la India, que se comportan de distintas maneras, así como al Calendario nacional indio.

  • Pueden ser "calculados" (como el calendario gregoriano por ejemplo), de tal manera que el número de mes, días en el mes, etc. son siempre los mismos, determinados por reglas, mediante los cuales se intenta que den resultados conforme al movimiento real de las estaciones, el sol y los astros.
  • Pueden ser "astronómicos", de tal manera que la observación efectiva de los eventos astronómicos determinan el comienzo de los años y los meses. Así, el número de días por mes y año puede variar, no es un calendario previamente fijado o planeado: el cielo, las observaciones astronómicas son el calendario, pero ello redunda en una perfecta exactitud.
  • Pueden ser solares, fundamentados en el movimiento del sol;
  • Pueden ser lunares, fundamentados en el movimiento de la luna; pero como ello conduce a incongruencia con el movimiento solar (como sucede en el calendario musulmán), los calendarios lunares son más exactamente lunar-solares, porque también se considera el movimiento solar y se intenta seguirlo de la manera más fiel posible.

También existen varias eras.

  • Era Vikram
  • Era Saka: el año 0 es el 78 d.C., 79 d.C. es el año 1, el 21 de marzo de 2000 comenzó el año 1922; véase origen de la era Saka

Calendario nacional de India

Observatorio de Jantar Mantar

Por decreto publicado en la Gazette of India se estableció en 1957 en el Indian National Calender (calendario nacional indio), que es de tipo calculado y solar, y cuya era es Saka.

Estaciones y meses en los calendarios hindúes

corresponde en el calendario occidental

nombres de los meses (en idioma hindi)

pronunciación aproximada

Estaciones

marzo-abril

चैतर

cheitr

वसंत (vasant, = “primavera”)

abril-mayo

वेशाख

veshaj

mayo-junio

जयैषठ o जेठ

yieshz o yez

गरीषम (grishm = “los calores”)

junio-julio

आशाढ़ o असाढ़

âshâŗh ("r" pronunciada con la lengua en la misma posición que para pronunciar "d" + espiración)

julio-agosto

सावन

shrâvan o sâvan

वरषा (varşhâ = “las lluvias”)

agosto-septiembre

भादरपद o भादों

bhadõ

septiembre-octubre

आशिवन o कवार

âshvin o kvâr

शरद (sharad = “otoño”)

octubre-noviembre

कािरतक

kârtik

noviembre-diciembre

अगहन

aghan

हेमंत (hemant = “invierno”)

diciembre-enero

पौष o पूस

pûs o paush

enero-febrero

माघ

mâgh

िशिशर (shishir = “el rocío”)

febrero-marzo

फगुन o फलगुन

fagun o falgun

aquí los meses se presentan en el orden del "Calendario Nacional Hindú", los meses empiezan entre el 20 y el 23 del primer mes occidental citado, duran 30 o 31 días, en otros calendarios la duración puede ser más variable (entre 29 y 32)

 

Eras

El 21 de marzo de 2000 (calendario gregoriano) comenzó

  • el año 1922 de la era Saka
  • el año 2057 de la era Vikram

Según los hindúes, la era de Kali (kali yuga o era de hierro) comenzó el 18 de febrero del siglo XXXII a.C. del calendario gregoriano.

Días de la semana en el calendario hindú (según los nombres hindúes):

  • Domingo : रविवार o इतवार Raviwar
  • Lunes: सोमवार somawar
  • Martes: मंगलवार mangalwar
  • Miércoles: बुधवार buddwar
  • Jueves: गुरुवार aux बृहसपितवार guruwar
  • Viernes: शुक्रवार sukrawar
  • Sábado: शनिवार shaniwar

 

 

ASTRONOMÍA MAYA

 

La civilización maya la podemos ubicar entre los años 1000 a.C. y 1542 d.C. Ocuparon un área geográfica que va desde la península de Yucatán, en México, hasta Honduras, en Centroamérica, aunque su área de influencia cultural fue mucho más extensa. Algunos hallazgos en cavernas en centroamérica permiten fechar evidencias de su cultura en épocas tan remotas como el año 2400 a.C., aunque la fase más interesante, su apogeo o Período Clásico tuvo lugar entre el 250 al 900 d.C.

Como las demás civilizaciones antiguas, el estudio de la astronomía por parte de los mayas estaba estrechamente relacionado con su cosmovisión, sus mitos y su religión. Sus avances en matemáticas y astronomía tienen principalmente una aplicación ritual y adivinatoria. La dinámica de los astros está íntimamente ligada a la agricultura y los ciclos climáticos que son tan importantes para el sostenimiento de una sociedad. La astronomía se convirtió en un instrumento de predicción que permitió a los sacerdotes-gobernantes conservar el poder. Eran los señores supremos, capaces de controlar los fenómenos naturales, e incluso provocarlos. Los cultos desarrollados por los sacerdotes parecían a los ojos del pueblo como la causa de los fenómenos naturales, y consecuencia de la correcta realización de los rituales. Pero este "circo, maroma y teatro" de los sacerdotes mayas estaba cimentado en los abundantes registros astronómicos que durante siglos habían conservado. Allí estaba la razón de su conocimiento de la existencia de diversos ciclos astronómicos como los eclipses y los períodos de planetas como Venus y Marte.

Los abundantes y antiguos registros astronómicos mayas les permitieron la elaboración de calendarios de gran precisión. Así por ejemplo los mayas pudieron determinar el período lunar (el transcurso entre una luna nueva y otra) que conocemos como mes sinódico. Los mayas lo calcularon en 29,5308 días, contra los 29,5306 medido por la tecnología actual: tan solo 24 segundos de diferencia. Para logra tal precisión realizaron un concienzudo registro de 405 lunaciones ocurridas durante 11,960 días. ¡Un proyecto científico que duró más de tres décadas!

En la actualidad se considera que solamente cuatro códices mayas sobrevivieron del imperdonable "terrorismo y destrucción" que sufrió la cultura maya: el Códice Dresde, París, Trocortesiano y Grolier. Todos ellos tienen interesantes referencias astronómicas, pero para decepción de los científicos extremos, hay que aclarar que el interés de los mayas por el estudio de los astros no tuvo un fundamento totalmente científico. Su interés era conocer la mecánica celeste como un método para realizar pronósticos, rituales adivinatorios. En una sola palabra los que hoy conocemos como astrología.

El Códice Dresde, fechado en el siglo XI, hace referencia a las sucesivas apariciones de Venus como estrella matutina, el lapso que aparece como estrella vespertina y los períodos en que desaparece. Lo interesante sobre las efemérides de Venus que aparecen en este códice es que dicho calendario pronosticaba con notable exactitud las posiciones de Venus en los próximos 384 años. De igual forma el códice incluye tablas lunares de las fechas en que tendrían lugar los eclipses, así como la obtención del período lunar en base a las 405 lunaciones comentadas líneas arriba. Aunado a ello, el códice parece contener unas tablas que relacionadas con el período sinódico del planeta marte y, con el número de días que dura su movimiento retrógrado en el cielo.

El Códice París contiene una representación aparente de lo que sería un zodiaco con trece constelaciones representadas como trece animales colgando de una especie de serpiente cósmica. Por su parte en el Códice de Madrid o Códice Trocortesiano hay una notable aplicación del calendario ritual (el "Tzolkin" que describiremos más adelante), pero su aplicación tiene que ver más bien para usos rituales y de adivinación, un objetivo que también comparte con el Códice París. El códice más astronómico de todos tal vez sea el Grolier, el cual está centrado exclusivamente en el ciclo del planeta Venus.

Otra interesante fuente de información astronómica son los glifos o grabados en piedra, tanto en estelas como grabados en monumentos. Por ejemplo en Copán, en Honduras existen monumentos levantados para señalar el término del katún, un período religioso de 20 años marcado en el calendario maya conocido como "cuenta larga". También se han encontrado glifos que registran el paso de cometas, las posiciones astronómicas de Venus asociadas con otros ciclos astronómicos como las fases de la luna. También en Copán se encuentra el denominado "Altar Q" el cual según estudiosos representa la reunión de sabios que tuvo lugar hacia el 775 d.C. para realizar ajustes al calendario maya. Ajustes que, dicho sea de paso, hicieron al calendario maya más preciso que el calendario que actualmente usamos.

En el friso del edificio de las Monjas de Chichen Itzá hay 24 símbolos semejantes a los del Códice París en franjas celestes y símbolos de Venus los cuales bien pueden ser la representación del zodiaco de los mayas.

Otros objetos celestes de mucho significado para los mayas eran las Pléyades, las cuales las conocían como Tz-ab, la cola de cascabel. Al igual que en otras culturas de mesoamérica, las Pléyades tuvieron mucho que ver en la orientación de varios centros ceremoniales, y predecían el día de la siembra y el comienzo de las lluvias con su salida matinal del 25 de abril. La estrella polar, o Xaman-Ek, también era utilizada para orientarse al igual que en otras civilizaciones. La Vía Láctea era conocida como Wakah Chan, la serpiente erecta, y revestía de tanta importancia como las Pléyades en la orientación de monumentos.

Los calendarios

Algunos investigadores que han analizado las estelas y códices mayas han logrado enumerar hasta 17 calendarios distintos, los cuales fueron elaborados de acuerdo a diversos ciclos celestes. De ellos, dos son los calendarios más importantes en la actividad cotidiana de los mayas. El primero de ellos es el calendario solar Haab, de 360 días, que se basa en la traslación de la tierra alrededor del sol. El otro es el calendario sagrado o sacerdotal o Tzolk'in, de 260 días.

El Haab o calendario solar consistía de 18 meses de 20 días cada uno, lo cual da un total de 360. A ellos se le agregaban 5 días llamados Uayeb, sin nombre, los cuales eran considerados días malos. Para la nomenclatura de los días (denominados "Kin") se realizaba anteponiendo el día al mes, como habitualmente lo hacemos en lengua española. Los días se numeraban del 0 al 19, y los meses tenían nombres asociados con la naturaleza: colores, animales, astros. Un hecho fantástico en la historia de maya de los calendarios tuvo lugar hacia el año 249 a.C. cuando los sabios mayas se reunieron en Huehuetlapan para realizar un ajuste al calendario. A partir de esa fecha tendrían tres años de 365 días seguidos de uno de 366 días. Los mayos habían inventado el año bisiesto para ajustar la diferencia entre el año solar y la duración de los días. En el "civilizado" viejo continente aún tendrían que pasar doscientos años para que Julio Cesar decretara una reforma semejante que actualmente conocemos como calendario juliano.

Calendario Tzolkin

Sin embargo este ajuste no fue suficiente, pues con el transcurso de los años se pudo apreciar cómo los 365,25 días del año no eran suficientes para compensar ajustar algunas diferencias calendáricas con respecto al inicio del año (solsticio de invierno). Nuevamente la iniciativa corrió a cargo de los mayas, los cuales se reunieron hacia el año 775 de nuestra era en Copán, en la actual Honduras. Para entonces la diferencia entre el solsticio de invierno y el inicio del año calendárico ya era de nueve días. Para subsanar esta diferencia, los sabios mayas realizaron un nuevo ajuste a su calendario que dejó el año en 365,242 días, un valor que difiere en tan solo 24 segundos al año que hemos podido medir con nuestra tecnología actual. ¡Sin embargo en Europa un ajuste semejante no tendría lugar hasta nueve siglos después! Para entonces, en el año 1582, el papa Gregorio XIII veía con preocupación como el inexacto calendario juliano arrastraba tantos días de inexactitud que muy pronto debería celebrar la pascua en pleno verano, en lugar de inmediatamente después del inicio de la primavera. Para ello se implanto el calendario gregoriano que nos rige actualmente, sin embargo cabe destacar algo muy importante: ¡el calendario maya es más exacto que el usado actualmente! Para el ajuste del calendario con el año trópico, Gregorio XIII (o más bien sus asesores científicos) suprimieron tres años bisiestos cada cuatro siglos, lo cual produce un desajuste de un día cada 3225 años. Sin embargo lo mayas optaron por suprimir cuatro días bisiestos en un período de 500 años lo cual produce un desajuste de un día en 5263 años. En la actualidad, la Organización de las Naciones Unidas tiene varios proyectos para corregir el calendario actual, uno de ellos es precisamente emplear la solución de los antiguos mayas. En caso de que se llegara a implementar en estos albores del tercer milenio, finalmente habríamos adoptado un calendario de gran exactitud como el implementado por los mayas desde hace 13 siglos.

Calendario Haab

Por su parte el calendario ritual o Tzolk'in aún conserva mucho de misterio. ¿Por qué un calendario de 260 días? La razón sigue siendo un misterio. A la fecha se ha descubierto que la referencia más antigua de un calendario mesoamericano de 260 días viene de Monte Albán, Oaxaca, en el sur de México, región dominada en su tiempo por zapotecas y olmecas. El calendario está datado en el 600 a.C. y sus orígenes astronómicos aún no son claros. Por ejemplo tres y medio años de eclipses corresponden a dos tzolkines, el intervalo de aparición de Venus como estrella matutina es de 263 días, el período sinódico de Marte corresponde a tres tzolkines, entre otras múltiples hipótesis. Este calendario era utilizado para ceremonias rituales consistía en 13 días de 20 meses. A diferencia del calendario Haab, los días recibían nombres igualmente asociados con la naturaleza y los meses eran numerados del 1 al 20. Para nombrar las fechas del calendario Tzolkin se anteponía el número de mes al nombre del día.

Los mayas usaban los calendarios Haab y Tzolkin de manera simultánea, e incluso fusionaban la nomenclatura para poder hacer referencia a determinados acontecimientos que hubiesen ocurrido en distintos años. Esto era debido a que una determinada fecha de un año solar caía en una fecha lunar distinta de otro año solar. Por ejemplo: con el calendario Tzolkin la fecha "3 Akbal" se repetiría al cabo de 260 días, y con el calendario Haab la fecha "19 Kayab" se repetiría al cabo de 365 días. Pero al usar simultáneamente ambos calendarios podríamos tener la fecha "3 Akbal 19 Kayab" la cual no volvería a repetirse hasta pasados 18.980 días o 52 años. Por ello los períodos calendáricos de los mayas eran 52 años, lo cual implicaba para los mayas y otras civilizaciones mesoamericanas un simbolismo especial: la renovación de todo al cabo de 52 años. El ceremonia del "fuego nuevo" de los aztecas", por ejemplo.

El "Caracol" o el "Observatorio" en Chichen Itza además de parecer un moderno observatorio astronómico tiene una serie de orientaciones relacionadas con las salidas de Venus y el Sol en fechas claves en la cosmología maya.

Si esta forma de registrar el tiempo por los antiguos mayas resulta ingeniosa, su método cronológico de la "cuenta larga" resulta una explosión de creatividad. Utilizada por primera vez hacia el 150-300 d.C, la cuenta larga fue utilizada para hacer referencias a fechas con más de 52 años de separación. Como referíamos líneas atrás, para los mayas en día recibía el mismo nombre que el sol: kin. Y por razones de registro cronológico inventaron términos para diversos períodos. De esta forma 1 uninal equivale a 20 días; el tun a 360 días; el katum equivale a 7.200 días ó 20 años de 360 días; y el baktum equivale a 144.000 días ó 400 años de 360 días. Con estos términos los mayas podían hacer referencias a fechas de diversos siglos con la misma facilidad que actualmente los astrónomos utilizan de día juliano para agilizar sus cálculos astronómicos. El número de fechas que se podían representar con la cuenta larga llegan a millones. Así por ejemplo la fecha 9 baktum, 17 katum, 10 tum 0 uninal 0 kin (9.17.10.0) representa el 30 de noviembre del 870 de nuestra era. El fecha inicial de la cuenta larga (es decir 0 baktum, 0 katum, 0 tum 0 uninal 0 kin ó 0.0.0.0.0) corresponde al 11 de agosto del año 3114 a.C., una fecha que tal vez para los mayas podría tener algún significado importante en su conjunto de creencias, tal vez el inicio del cosmos o cuando menos de su civilización. La cuenta larga se extiende hasta completar 13 baktunes, lo cual nos da un total de 5100 años.

¡La Cuenta Larga nos permite ubicar una fecha específica entre 734.400.000 días!

Arqueoastronomía

Las construcciones mayas con la vegetación selvática de fondo no solamente son hermosas, sino una muestra más del talento de este pueblo. Algunas de las construcciones cuya función religiosa resulta evidente para los arqueólogos presentan una característica muy notable: están alineados con respecto al cielo de forma que sirvan como verdaderos calendarios de piedra en fechas que eran importantes para el pueblo maya. Un hecho interesante en la ubicación geográfica del área maya es que al estar por debajo de la línea del Trópico de Cáncer del sol podía pasar sobre el zenit en dos ocasiones por año. Después del equinoccio de primavera, el sol se desplaza hacia el norte para alcanzar el zenit sobre el Trópico de Cáncer en el solsticio de verano, y entonces regresa hacia la línea ecuatorial para el equinoccio de otoño, en ese recorrido, el sol pasa dos veces sobre el zenit de la zona trópica donde se encuentra el área maya. Para los mayas estos dos pasos cenitales eran muy importantes desde el punto de vista de la agricultura y los rituales. Por lo mismo levantaron construcciones que marcaran el paso cenital del sol, así como los equinoccios y solsticios. Así por ejemplo tenemos el Templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún, Yucatán (México), donde la luz del sol atraviesa el edificio en el amanecer durante los equinoccios. Y en el templo maya del Dios Descendiente de Tulúm también la luz de sol del solsticio de invierno penetra por una ventana en lo alto del edificio. Algo semejante ocurre en la Casa del Gobernador en Uxmal. Por su parte en Uaxactún todo un conjunto de edificios fueron colocados para realizar funciones astronómicas. Colocado en la estructura piramidal de la plaza se pude observar el denominado Grupo E que consta de tres edificios. En dirección al edificio central se puede observar la salida del sol durante el equinoccio y en los solsticios el sol puede observarse sobre los edificios laterales.

Templo de las Siete Muñecas

En México, la arqueoastronomía maya alcanza su máxima expresión en Chichen Itzá, una ciudad que surgió hacia el 550 d.C y posteriormente abandonada en el siglo X. Volvió a tener nueva vida hacia el 1000 d.C para ser nuevamente abandonada en el siglo XIV. Cabe destacar que por el año 800 la ciudad fue invadida por los Toltecas, quienes habían construido Teotihuacan, otro baluarte de la arqueoastronomía, lo cual modifico el estilo de construcción de Chichen Itzá.

Un verdadero símbolo de la actividad astronómica maya en Chichen Itzá viene siendo "El Caracol", un edificio que asemeja a un observatorio astronómico moderno (con domo incluido). También conocido como "El Observatorio", fue construido con fachadas, ranuras y perforaciones de observación especialmente orientadas para enfocar eventos siderales específicos. El observatorio esta deliberadamente desviado de la alineación de su plataforma principal con la intención de que sus esquinas opuestas Este-Oeste apunten la salida del sol en el solsticio de verano y la puesta del sol en el solsticio de invierno (línea A3). La plataforma principal está perfectamente alineada a la puesta de Venus en su declinación norte máxima (línea A1). El basamento del observatorio apunta hacia la puesta del sol a su paso por el zenit (línea A2). Y algunas de las ventanas y ranuras del Caracol apuntan hacia las estrellas Canopus (línea A4) y Castor (línea A5). Ciertamente estos no son los únicos alineamientos encontrados en el Caracol, puesto que se han estudiado 29 alineaciones de las cuales 20 corresponden a fenómenos astronómicos en el horizonte; como por ejemplo la aparición de sol por la ventana 1 durante el equinoccio de primavera, o la observación de los puntos extremos norte y sur de Venus desde las ventanas 1 y 2.

Imagen de la "Estela 7" que tiene de fondo el "Palacio de las 7 doncellas" el cual también presenta un importante alineamiento astronómico.

El espectáculo arqueoastronómico más conocido mundialmente sobre el mundo maya es sin duda alguna el que ocurre en "El Castillo" o "Pirámide de Kukulkán" en Chitchen Itzá. Construido hacia en 800 de nuestra era, es un asombroso calendario solar que marca los días del año así como los equinoccios de primavera y de otoño. El Castillo es un templo de forma piramidal de 28 metros de altura con 91 escalones en cada uno de sus cuatro caras. Los escalones son un registro en piedra del año solar. 91 escalones por 4 lados, más un nivel extra por la plataforma da un total de 365, un peldaño por cada día del año. En marzo y septiembre, cuando tienen lugar los equinoccios de primavera y otoño, respectivamente, las mastabas o plataformas sobre las cuales está construida la pirámide proyectan sombras triangulares sobre las paredes de las escalinatas. Las escalinatas están adornadas en su base por sendas cabezas de serpiente que simbolizan a Kukulkán (o Quetzalcoatl, la serpiente emplumada), y con los triángulos de luz y sombra provocados por la iluminación del sol equinoccial provocan una fantástica ilusión de una serpiente que está descendiendo a tierra desde la parte alta de la pirámide. Muy posiblemente la pirámide de Kukulkan presentaba otros alineamientos astronómicos en diversas secciones de su construcción, lamentablemente estas hipotéticas alineaciones las hemos perdido. Cuando la pirámide fue descubierta se encontraba en un estado excesivamente ruinosa, y en su mayor parte de la construcción que vemos en la actualidad es obra de un arduo proceso de reconstrucción.

Chichen Itzá

El mundo maya en Centroamérica también tiene interesantes emplazamientos arqueoastronómicos. La ciudad maya más importante en este aspecto es Copán, en Honduras. Fundada en el siglo V a.C. y abandonada en el 850 de nuestra era presenta una gran cantidad de estelas y construcciones con motivos evidentemente astronómicos. Por ejemplo la estela numero 2 sólo recibe luz solar en su cara frontal cuando el astro rey se encuentra en su solsticio de invierno. Las estelas 10 y 12 indican con su alineamiento la puesta de sol el 12 de abril y el 1 de septiembre, la primera de estas fechas es el inicio de la temporada de lluvias. Pero lo interesante de esta alineación es que la estela 12, en el sector oeste de Copán se encuentra a 7 kilómetros de la estela 10, y ésta ultima queda bajo el horizonte.

Las mismas fechas, 12 de abril y 1 de septiembre, también están involucrados con el edificio 22 u "Observatorio". El famoso arqueoastrónomo Anthony Aveni descubrió que una estrecha ventana de éste edificio en su parte media apuntaba hacia el ocaso solar en estas fechas. Dicha ventana siempre se alineaba con Venus en el atardecer entre abril y mayo. Pero había más. El año anterior en que Venus alcanzaba su posición más elevada en el horizonte, el primer día de visibilidad del planeta por la ventanilla siempre se retrasaba 8 días, del 25 de abril al 3 de mayo. Al año siguiente de alcanzar la posición extrema, el último día de visibilidad de Venus obedecía a las mismas fechas. Estas fechas marcadas por dicha ventana y las posiciones de Venus tenían un razón simbólica: la fecha intermedia entre el 25 de abril y el 3 de mayo, esto es el 29 de abril, corresponde al paso cenital del sol sobre Copán. Con ello, los dos astros más importantes para los mayas Venus y el Sol se veían involucrados simbólicamente en el mismo edificio. Y esta función arqueoastrológica está perfectamente grabada en las serpientes de cabezas bicéfalas del edificio, una representa a Venus y apunta precisamente hacia el poniente, la otra representa al sol y está apuntando hacia el naciente. Ante dichas implicaciones el Edificio 22 también ha recibido el nombre de Templo de Venus.

 

ASTRONOMÍA INCA

 

En América del Sur, en los andes Centrales, culturas preincaicas realizaron obras como las Líneas de Nazca, o la Puerta del Sol en Tiahawanaco. En realidad, aún es mucho lo que falta por investigar en este aspecto y en la actualidad científicos de diferentes partes del mundo han vuelto a mirar a América, porque sin duda, a pesar del saqueo realizado por los conquistadores europeos, se pueden descubrir muchas cosas más.


Sin duda alguna, los Incas es el imperio más representativo de América del Sur. Es precisamente en Cuzco, en donde muchos investigadores han encontrado documentos de colonizadores españoles que describen el Templo del Sol, del cual irradiaban cuarenta y un ejes llamados ceques, cuya disposición implicaba lineamientos geománticos o astronómicos, que definían el valle en 328 huacas las cuales cumplían funciones rituales y políticas.

 


Los Incas conocían la revolución sinódica del los planetas, Construyeron un calendario Lunar para las fiestas religiosas y uno solar para la agricultura. Utilizaron elementos como mojones alrededor de los pueblos para realizar astronomía observacional. Los Chibchas conocían la constelación de Orión y reconocían la relación entre la salida heliacal de Sirio con el comienzo de la temporada de lluvias.


El calendario consistía en un año solar de 365 días, repartidos en 12 meses de 30 días y con 5 días intercalados. Se sabe que el calendario era determinado observando al sol y a la luna. Para fijar las fechas exactas del año y meses, Pachacútec dispuso la edificación de 12 torres o pilares localizados al Este de la llacta del Cusco, llamados sucangas.


Los Incas daban mucha importancia a las constelaciones y estaban muy interesados en la medición del tiempo para fines agrícolas. Poseían sus propias constelaciones entre las cuales, se destacan la Cruz del Sur y el Centauro. Para ellos la vía láctea era oscurecida por sacos de carbón. La Astronomía jugó un papel muy importante para la construcción de sus ciudades.

 

CONSTELACIONES ESTELARES O BRILLANTES :

 

1. Sirio = Willka Wara (Estrella Sagrada)
2. Canopus = Qolla Wara (Estrella de los Qollas)
3. Achernar = k’ancha Wara (Estrella brillante) o Qatachillay (hay dos interpretaciones)
4. Antares = Choqechinchay (El felino dorado)
5. Aldebarán = Chuchu Qoyllur (Estrella que va adelante o al centro) o Chukchu Qoyllur (Estrella del Paludismo o terciana)
6. Cúmulo Abierto M7 = Saramama (Madre Maíz) o Saramanka (Olla de Maíz)
7. Cúmulo Abierto M45, Las Pléyades = Qollqa (Almacen, depósito) o Qoto (Manojo)
8. Cúmulo Abierto Las Hyades = Qollqa
9. Lira = La pequeña llama de plata o Urkuchillay
10. Escorpión = Choqechinchay o Amaru(Serpiente sagrada) (hay dos interpretaciones)
11. Orión = Hatun Chakana (La chakana grande) o Llaka Unancha – Llakachuqui (hay dos interpretaciones)
12. Cruz del Sur = Huch’uy Chakana (La pequeña chakana)
13. Pegaso = Thunawa (Batan para la molienda)
14. Cola del Escorpión = Qollqa
15. Centro de la Galaxia = Kukamama o Kukamanka (madre coca u olla de coca)
16. Cola de la Osa Mayor = Yakumama (Serpiente gigante de la selva)

Nota: La ubicación de las Constelaciones Inkas "dentro" de las Constelaciones Occidentales o Modernas no significa que contengan o incluyan las mismas estrellas. Solo constituyen zonas referenciales o grupos que parcialmente coinciden con las mismas.

Las traducciones son aproximadas porque el quechua tiene muchos sinónimos y se conoce poco acerca de ciertas palabras de connotación ritual, mágica o religiosa.

 


CONSTELACIONES OSCURAS O NEGRAS :


1. Yakana o Qatachillay = La Llama Sideral
2. Uña Llama o Huch’uy Llama = La cría de la llama
3. Atoq = el zorro
4. Michiq = El pastor
5. Kuntur = El condor
6. Lluthu = La perdiz (dicen algunas fuentes que hay dos)
7. Hanp’atu = El sapo
8. Mach’aqway = La culebra (no confundir con el Amaru)
9. Ukhumari = El oso (confusamente ubicada)
10. Taruka o Lluych’u = El venado (confusamente ubicada)
11. Puma (confusamente ubicada)
12. Urk’uchillay = La llama negra (macho)

 

 

Casi la totalidad de las ceremonias en el imperio, tenían como protagonista a un objeto celeste y básicamente, el Sol.

A finales del siglo XV, Pachacuti Inca Yupanqui, noveno inca reinante, mandó a construir templos para la veneración del Sol, a lo largo y ancho del imperio.

Las actividades más conocidas eran Inti Raymi y Capac Raymi, los Solsticios de Verano e Invierno, respectivamente.

Según las crónicas de los conquistadores españoles, en Cusco, la capital del imperio Inca, existía un imponente calendario solar de carácter público, el cual estaba constituido de  pilares de 5 metros de altura, cada uno. Los pobladores podían establecer la fecha, por la extrapolación visual de los pilares hacia el horizonte. Este calendario podía verse a kilómetros de distancia.

La cultura Inca deriva de un calendario lunar, en principio, a uno solar. Como deidad preponderante en la cosmología inca, el Sol era el centro de toda su atención. Para su observación se destinó plataformas de piedra (Ushnus) situados en lugares apartados.   

Investigadores han propuesto un tercer calendario, el sideral-lunar. Este calendario centra su base en el período que demora la Luna en ocupar la misma posición relativa entre las estrellas. Este ciclo es de 27,33 días.

Doce meses de 27,33 días arrojan un total de 327,96 días (328 días). Este número coincide con el total de Huacas (sitios ceremoniales sagrados) que los Incas colocaron en los alrededores de Cusco.

Huaca Pucllana, Lima

Si este calendario sideral-lunar es cierto, los ciclos de tiempo inca también estaban determinados por la visibilidad del conglomerado de estrella “Las Pléyades”, ya que la resta entre el año solar y el año sideral-lunar (365-328) arroja el valor de 37 días, exactamente los días en que este cúmulo estelar abierto no es observable desde Cusco.

De manera distinta a otras culturas en el mundo, los Incas asociaron estrellas y la morfología del Ecuador galáctico a su cosmovisión. En este sentido, el popular Saco de Carbón; especie de zona oscura en el Ecuador de la galaxia, observable desde el Hemisferio Sur, constituía La Perdiz (Yutu). La franja oscura situada entre la estrella Sirio, del Can Mayor y la Cruz del Sur, recibía el nombre de La Serpiente (Machacuay) y la Llama (Yacana), poseía un largo cuello que terminada en sus dos ojos, las estrellas Alpha y Beta Centauri.

Todavía no existe una explicación satisfactoria sobre los Intihuatanas (“donde está amarrado el Sol” en Quechua) una especie de monolito de piedra, levantados en algunas poblaciones como Pisac y Machu Pichu.

 

 

ASTRONOMÍA AZTECA

 

La civilización Azteca surgió a partir del siglo X. Su máximo esplendor lo obtuvo entre los siglos XIV al XVI. Los aztecas no solo desarrollaron la astronomía y el calendario, sino que estudiaron y desarrollaron la meteorología, como una consecuencia lógica de la aplicación de sus conocimientos para facilitar sus labores agrícolas.

Ometecuhtli y Omecíhuatl


La representación del cielo (masculino) y Tierra (femenino) estaban determinados por Ometecuhtli y Omecíhuatl, respectivamente. Las eras en la cosmología azteca están definidas por soles, cuyo final estaba marcado por cataclismos. El primer Sol, Nahui-Oceloti (Jaguar) era un mundo poblado por gigantes, que fue destruido por jaguares. El segundo Sol, Nahui-Ehécati (Viento) fue destruido por un huracán. El tercer Sol, Nahuiquiahuitl, por una lluvia de fuego. El cuarto Sol, Nahui-Ati (agua) fue destruido por un diluvio. Y el quinto, Nahui-Ollin (movimiento) está destinado a desaparecer por movimientos de la Tierra.


El calendario azteca, o piedra del Sol, es el monolito más antiguo que se conserva de la cultura prehispánica. Se cree que fue esculpido alrededor del año 1479. Se trata de un monolito circular con cuatro círculos concéntricos. En el centro se distingue el rostro de Tonatiuh (Dios Sol), adornado con Jade y sosteniendo un cuchillo en la boca. Los cuatro soles o eras anteriores, se encuentran representados por figuras de forma cuadrada que flanquean al quinto sol, en el centro. El círculo exterior está formado por 20 áreas que representan los días de cada uno de los 18 meses que constaba el calendario azteca.



Para completar los 365 días del año solar, los aztecas incorporaban 5 días aciagos o nemontemi.

 

LA PIEDRA DEL SOL

 

He aquí un ejemplo de la integración de los conocimientos de las funciones del calendario solar y estelar. Clave de la mitología y del simbolismo de la América precolombina, la Piedra del Sol fue descubierta a fines del siglo XVIII en la ciudad de México durante los trabajos de construcción de la nueva catedral. Se encuentra sobre la pirámide doble de Tenochtitlan, dedicada a Tlaloc, y Huitzilopotchli, dioses de la lluvia y de la guerra, pero que son al mismo tiempo, los dioses del Hombre nuevo y de la guerra florida.
Se trata de una piedra basáltica circular de 3,59 m. de diámetro, de un peso de 25 toneladas, esculpida y trabajada con un arte incomparable. Datando de la época de Axayacatl, sexto rey azteca, ella es sin duda una réplica de una piedra original más antigua que estaría perdida en un lago situado en nuestros días al costado del Museo Antropológico de la ciudad de México.

Tlaloc

La Piedra del Sol, llamada a menudo "calendario azteca" pero cuyo verdadero nombre es "Cuauhxicalli", que significa "receptáculo del Águila", es no solamente un calendario sino también una piedra conmemorativa de una fecha sagrada: porque, como las estelas mayas, ciertas piedras aztecas recuerdan una fiesta ritual celebrada cada 52 años: la fiesta del Fuego Nuevo. Los Aztecas colocaban estas piedras en el Templo Mayor, el Templo doble.

Huitzilopotchli

En particular, sobre esta Piedra del Sol estaba gravada la fecha del Acatl que marca la Fiesta del Fuego Nuevo en el año 1479.

La Piedra está compuesta de 8 círculos concéntricos que forman coronas circulares. En el círculo exterior que rodea el todo, dos serpientes se reúnen, cabeza abajo, escupiendo, tales dos rostros representando el día y la noche (Tonatiuh-Xiutecutli). En tanto que octavo movimiento de inercia, ellas fijan los límites del mundo visible.

 

Tonatiuh y Xiutecutli

La Piedra del Sol puede ser descifrada de dos maneras: sea partiendo del borde externo, sea del centro. Comenzaremos por explicar el círculo exterior que da el contexto general, después leeremos a partir del centro, corazón del calendario.

Las dos serpientes que hemos descrito en el círculo exterior, no son más que dos aspectos de una misma cosa. Las serpientes, una diurna, una nocturna, representan el cielo en todos sus diferentes aspectos.

La energía era captada por el octavo movimiento. Para los Aztecas, desprendía una fuerza particular: una energía proveniente del Universo que se encarnaba en el Espacio-Tiempo para entrar en resonancia con la Tierra.

Esta energía, reuniendo las fuerzas del Universo y las de diferentes cielos, era distribuida por el sol que es la fuente de vida de nuestro sistema planetario.

En la Piedra del Sol, encontramos esta distribución concéntrica, a adaptar en función de los planetas, como lo indicaba el calendario azteca. Las dos serpientes divididas en 13 segmentos (13 cielos) son la imagen del Universo que contiene todo. Son el yin y el yan, el día y la noche que nos envuelven. Son también la Vía Láctea, la galaxia que contiene nuestro sistema solar en medio de tantas otras. Para los Aztecas, la Vía Láctea representa la fuerza de expansión más grande con respecto al hombre, antes de llegar a la Totalidad Absoluta.

Quetzalcoatl

El intermediario entre el Hombre y las estrellas es el Sol, centro del sistema de relaciones planetarias y en consecuencia, centro de la Piedra del Sol. Es este centro que capta directamente las energías cuyo punto de partida se situaba en el 13 Acatl.

Es así que el Sol central (5o sol) se vuelve centro de vida asimilando y difundiendo las energías, mientras que las dos serpientes Xiucoatl constituyen el círculo formal que limita y rodea la creación.

El movimiento del centro de la Piedra hace actuar el sistema en su doble rol de captación (polaridad -) y de don (polaridad +).

Esta doble polaridad produce un movimiento en quinconce, tal una svástica, creando así las "zonas de influencia" o círculos concéntricos.

Pero cada corona tiene también su movimiento propio debido a su propia aceleración; sin embargo los movimientos serán cada vez más lentos a medida que el alejamiento del centro es más importante.

Llegamos así a una inmovilidad "relativa" que da la apariencia del límite fijado por las grandes constelaciones.

La Piedra del Sol sintetiza el movimiento y el no-movimiento, lo que está al interior y lo que está al exterior, a fin de reunir el centro y el exterior. Esta síntesis resulta de la relación círculo exterior-centro, que da la fuerza centrípeta, y de la relación centro - círculo exterior, que da la fuerza centrífuga.

En efecto lo que está en el centro tendería a emanar (función dinámica), lo que es periférico tendería a fijarse (función conservadora), si quieren armonizar y existir.

Chalchuitlicue

Los círculos concéntricos están divididos como sigue:

1er Círculo: el círculo central, representado por el rostro del Sol Ollin Tonatiuh y sus dos garras, que toman unos corazones para fijarse al universo. Es símbolo de vitalidad y de "movimiento inmóvil". Su lengua materializada por un cuchillo de obsidiana simboliza el sacrificio de sí mismo, fuente de vitalidad y de creación de la quinta era.

2o Círculo: los brazos de la cruz o quinconce están formados por los glifos de las cuatro eras precedentes, ligadas a los cuatro elementos, donde aparecen las fechas correspondientes al fin de las Eras Cosmogónicas del calendario: Este círculo gira de izquierda a derecha, siguiendo el movimiento aparente de las estrellas.

3er Círculo: Está compuesto de los 20 días del mes y gira de la misma manera que el precedente. El año civil estaba compuesto de 18 meses de 20 días, que se ligaban con los 13 meses del calendario mágico. La perfecta correspondencia entre los dos calendarios se restablecía cada 52 años, cuando las dos ruedas del calendario se reencontraban en su punto inicial. Los 20 días del mes estaban igualmente ligados al cuerpo humano, en las tradiciones maya y nahuatl. Para los Mayas, la unidad de 20 días se llamaba Uinal. El Uinic era el hombre verdadero, el que encarnaba sus potencialidades. Las 4 palas del segundo círculo señalan los 4 días que abren el año: Acatl, Tecpatl, Calli, Tochtli.

Huehueteotl

4o Círculo: Está formado por los 8 rayos del Sol y muestra la relación entre el Sol y Venus. El escudo del Sol resume este contacto, representado en el Código Borbonicus por el encuentro del jaguar y el perro (mito de Quetzalcoatl). Su posición intermedia indica su rol de fijador. Este círculo está compuesto de 40 cuadrados con quinconces en cada uno de ellos. Recordemos que 5 revoluciones de Venus equivalen a 8 de la tierra (5 x 8 = 40; 8 x 365 = 5 x 584). 40 revoluciones de Venus equivalen a 126 revoluciones de Mercurio con una diferencia de 9 días. En la Piedra del Sol, los 40 cuadrados, los 5 puntos en cruz y las 8 ciudades más arriba hacen referencia a las señales de Quetzalcoatl. Los 5 puntos hacen alusión a su hermano gemelo, Mercuri-Xolotl, pues 5 revoluciones de Mercurio equivalen a una revolución de Venus. Venus es llamado Quetzalcoatl, Totonametl, Tlahuizcapantecutli, Hun ahau, Hun abou, Kukulcan.

5o Círculo: está ligado al planeta Marte, cuya revolución sinódica de 780 días equivale a 260 x 3. El culto de Tlaloc, el agua hirviente, es tan viejo como el de la luna Tecciztecatl Tezcatlipoca, y más viejo que el de Quetzalcoatl. Tlaloc es llamado Xipe bajo la forma de Tlatlauquitezcatlipoca, espejo rojo que fuma, dios estelar; en Copan, >, encontramos un templo representativo con 7 escalones, lugar de culto a Quetzalcoatl y a Tlaloc, es decir al hombre interno que fija sus principios ígneos. De ahí, viene la relación mística entre el viento y la lluvia. Tlaloc personifica igualmente los 4 Chacs o guardianes de los rincones que administran las lluvias; no hay que comprender solamente la lluvia en su sentido material sino también como precipitación de principios formativos. Tlaloc está así en relación con el principio de generación del grano que se vuelve planta. Se llama igualmente "el rocío del cielo", o "los dones del cielo". Marte es venerado al oeste como Balam Zacab y al Este como Cansiemal. Es mencionado como estrella doble porque se acerca y se aleja de ciertos monolitos. El planeta Marte es entonces el gran diferenciador y separador de mundos, similar al rayo místico del fuego que abre las aguas primordiales, tal la reja del arado que traza en la tierra los surcos donde se introduce el grano de la manifestación. La cifra 17 es importante en los actos de Marte, porque es la última luz de sensibilidad vespertina y la primera luz de sensibilidad matutina.

Mictantlecuhtli

6o Círculo: corresponde al planeta Júpiter, la joya del cielo, a Tezcatlipoca como cielo estrellado y la noche, Yay Uhqui. Para los Mexicanos, Tezcatlipoca, el Espejo Negro, está profundamente ligado a Tecciztecatl (la luna) y a veces se confunden. El es sin cesar el rival de Quetzalcoatl ya que se niega a dar el fuego. Aparece como Tepeyotl, el corazón del monte (Jaguar) al que es consagrado el mes de los Muertos, el mes del esfuerzo y de la sequía. Tezcatlipoca está igualmente ligado a la Osa Mayor, de la cual desaparece una estrella en el horizonte durante un período del año. Es porque un mito de Tezcatlipoca cuenta que éste perdió un pie con el cual fue creada la tierra. Tezcatlipoca es representado por dos serpientes negras o blancas según la ocasión. En este sexto círculo, Tezcatlipoca está compuesto de 8 colgantes representando el cuadrado Venus-Marte, 3 plumas y el punto de Chalchuitlicue ; encontramos el mismo símbolo en el Sol, bajo forma de 2 cuadrados, 5 plumas y un punto concéntrico. Los círculos 5 , 6, 7 están estrechamente ligados porque constituyen la unidad Marte-Júpiter-Saturno. Saturno y Marte forman dos franjas sucesivas que enlazan los días y la Vía Láctea. Ellas establecen así la relación entre el mundo planetario y el mundo estelar. Las flechas solares reúnen los 4 círculos exteriores y los 4 círculos interiores y tocan con sus puntas la octava franja, la de la Vía Láctea.

7o Círculo: el Círculo de Saturno. Esta franja compuesta de 28 pequeños arcos (que recuerdan las vértebras de la serpiente) está dedicado a Saturno. En efecto, Saturno realiza 28 revoluciones sinódicas en casi 29 años trópicos. En la mitad de este tiempo, se cuentan 9 revoluciones de Venus. Saturno es el compañero de Quetzalcoatl y de Tlaloc Xipe. El es Xiutecutli, el Señor del Fuego, llamado igualmente Huehueteotl e Ixcozauhqui a quien acompaña Cihuacoatl (mujer serpiente), hermana de Huitzilopochtli, Dios de la guerra. Saturno está en relación con la guerra de supervivencia. Como Xiutecutli-Ayamictlan, su emblema es la mariposa, símbolo de la llama. "La maldición le transforma en perro", llamado entonces Mictlantecuhtli, Dios de los Infiernos, ligado al glifo 9 (perro). Ixcozauhqui (Ix: ojo, Zauhqui: amarillo) es el símbolo del ojo maléfico de Saturno en oposición al ojo rojo de Marte. Era el dios lento. Xiutecutli representaba la lluvia de estrellas o la lluvia de fuego estelar. Presidía el primer mes (Izcalli).

8o Círculo: es el círculo de la Vía Láctea. La Piedra del Sol está limitada por dos semi-círculos con forma de serpientes en llamas, Xiucoatl, representando la Vía Láctea. Las dos serpientes nacen del jeroglífico del 13 Acatl que indica la fecha de la celebración del Fuego Nuevo. Las colas de las serpientes, sus escamas (12 de cada lado), sus cabezas, representan los diversos cielos. La Piedra del Sol conmemora un ciclo de 52 años, el momento del Fuego Nuevo (13 Acatl) cuando las estrellas indican por la constelación de las Mamashuastli que la Vida va a reanudarse. Las estrellas crean así un vínculo entre el hombre y los fenómenos, no solamente agrarios sino cósmicos. Esta energía doble se desdobla en dos serpientes, que dibujan el eje vertical de la piedra entre sus colas y sus cabezas. El diámetro horizontal está indicado por las garras del Sol, que intentan fijarse al corazón del cielo. Los dos ejes crean las 4 direcciones del espacio, apuntadas por las 4 flechas del escudo solar. Una representación confirma la noción del combate perpetuo que mantiene la vida del sistema. De la garganta de las dos serpientes cornudas (cuyos cuernos en 7 círculos nos señalan las Pléyades y la Gran Osa), se ven surgir los rostros de Tonatiuh, el Sol, en su camino Este-Oeste (a la derecha), y de Xiutecutli como Saturno, el Tiempo y la Noche, en su recorrido Oeste-Este. Su interpenetración da el octavo movimiento.

 


Para los aztecas, la sucesión del día y la noche se explicaba por las constantes luchas entre los astros principales. Dado que durante el día es muy difícil observar la Luna e imposible a las estrellas, los aztecas interpretaban que el sol naciente (Huitzilopochtli) mataba a la Luna (Coyolxauhqui) y a las estrellas.

Para los aztecas, la astronomía era muy importante, ya que formaba parte de la religión. Construyeron observatorios que les permitieron realizar observaciones muy precisas, hasta el punto que midieron con gran exactitud las revoluciones sinódicas del Sol, la Luna y los planetas Venus y Marte.


Al igual que casi todos los pueblos antiguos, los aztecas agruparon las estrellas brillantes en asociaciones aparentes (constelaciones). Los cometas fueron denominados "las estrellas que humean".

 

 

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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