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LA ESCRITURA EGIPCIA

 

ORIGENES

El origen de la escritura egipcia puede decirse que todavía hoy es un "caso abierto". Según las evidencias arqueológicas más fiables, se remonta a finales del PERIODO PREDINASTICO (hacia el 3100-3200 a.C.) pero la fase en que se encuentra, desde el punto de vista de la teoría de la escritura, ya sobrepasa el primitivo estadio "logográfico", es decir, cuando sólo se utilizaban signos pictóricos para representar palabras concretas, como el disco con un punto interior para la palabra "sol", el dibujo de un pato para la palabra "pato" o un brazo con una torta sobre la mano para expresar el verbo "dar, ofrecer".

 

 

 

 

 

 

Introducción a los jeroglíficos

 

 

 

Desde los ejemplos más antiguos conocidos hasta la fecha, ya se aprecia el uso de logogramas como fonogramas, es decir, para reproducir sonidos concretos de la lengua; la escritura es ya logo-fonográfica. Las indiscutibles evidencias de contacto cultural con SUMERIA desde los tiempos Predinásticos, ha motivado que muchos egiptólogos defiendan la teoría de importación de la escritura o de la idea desde esta región, pero este supuesto aún no ha sido demostrado de manera convincente.

SISTEMAS GRÁFICOS

El término actual de escritura jeroglífica proviene del griego hieroglífica grammáta "escritura de los grabados sagrados o divinos". Los egipcios la llamaban "escritura de las palabras de los dioses" y atribuían su invención al dios Thot. Para escribir la lengua egipcia se utilizaban cuatro sistemas de escrituras:

Jeroglífico
Usado desde finales de el PERIODO PREDINASTICO (3100 a.C.) hasta el S. IV d.C. Fue el sistemas más empleado para escribir sobre las paredes de templos, tumbas y palacios.

Hierático
Del griego hieraticós "sacerdotal". Tuvo su origen en las formas cursivas y abreviadas de los caracteres jeroglíficos (jeroglífico cursivo) al escribirlos sobre papiros. También se conoce su utilización desde el IMPERIO ANTIGUO (3000 a.C.) hasta el 470 d.C. Se usó, además, sobre otros soporte como la cerámica, madera, telas y papiros; este último fue el soporte más utilizado.

Demótico
Del griego demoticós "popular", también conocida por los primeros egiptólogos como "encorial", del griego egjoórios "indígena, autóctono". Los egipcios la denominaban "escritura de documentos" (o documental). El Demótico es una forma abreviada y modificada de la escritura hierática que al parecer comenzó a utilizarse a partir de le DINASTIA ETIOPICA. En los tiempos de PTOLOMEO fue usado como escritura para los asuntos de la vida cotidiana. Ocasionalmente se encuentra sobre estelas de piedras y estatuas, como en la célebre Piedra de Roseta.

Copto
Del árabe gubti, siendo este, una corrupción del griego Aiguptios "egipcio" (según W.V. Davies, 1993). El sistema de escritura copto deriva fundamentalmente del griego, salvo algunos signos que son adaptaciones de jeroglíficos egipcios, hieráticos y demóticos. La escritura cóptica solamente, se utilizó para escribir el egipcio de la época cristiana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ESCRITURA JEROGLIFICA

La escritura jeroglífica egipcia, a pesar de lo que pudiera pensarse, se rige por principios claros y sencillos. Dos tipos básicos de signos componen este singular sistema, los ortográficos y los simbólicos o jeroglíficos propiamente dichos, también llamados ideogramas. Los primeros (que a su vez, pueden clasificarse según las épocas, en cursivos y demóticos) conforman un alfabeto de 24 letras, mientras que los segundos sobrepasan los 700.

El Egiptólogo británico sir Alan Gardiner los catalogó en su magistral y universalmente aceptada "Gramática egipcia". Lo primero que debemos aprender es cómo interpretar el abecedario, según aparece en el cuadro de esta página. Una vez conocidos los caracteres básicos que figuran en dicho cuadro, la mejor manera de familiarizarse con ellos es tratar de escribir nuestros propios nombres. Pero no es tan sencillo como puede parecer a primera vista, porque si usted pertenece al género femenino deberá dibujar al final de su nombre una mujer sentada. Por el contrario, para indicar género masculino deberá dibujar un hombre sentado.

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En la escritura egipcia existen los ideogramas, símbolos que representa ideas y no expresiones ortográficas. Su función no es otra que la de transmitir una idea relacionada con el contexto en el que aparezcan dichos símbolos. El ideograma llamado "La momia" equivale a la expresión ortográfica wi que significa momia, y de twt que significa estatua. Hace referencia a la noción de forma, de cambio y de transformación. Este importante jeroglífico es relativamente tardío: no está fechado antes de la XII dinastía, aunque la práctica de la momificación es bastante anterior. La momia aparece de pie, estrechamente ceñida y cubierta con largas bandas de lino blanco. Lleva sobre la cabeza una máscara de cartón de estuco completada por una peluca y una barba postiza. Particularmente significativa es la similitud entre este jeroglífico y las estatuas funerarias llamadas oushebis, que se depositaban en la tumba del difunto como una suerte de sustituto destinado a reemplazarle en todas las tareas desagradables del mas allá.

Seguramente no hay nada que de forma más concreta pueda sugerirnos la idea de inmovilidad que una momia; sin embargo, para el egipcio de la antigüedad la momia representa un marcado concepto de cambio, de evolución y desarrollo en la larga cadena que representa la metamorfosis que todo ser, dios o mortal debe atravesar para alcanzar la perfección. Cada apariencia, cada aspecto de la realidad no son sino un momento transitorio que complementa el engranaje sin fin de un ciclo eterno.

Jeroglíficos en Karnak.

Los jeroglíficos fueron un sistema de escritura inventado y utilizado por los antiguos egipcios para comunicarse desde la época predinástica hasta el siglo IV. El sistema de escritura egipcio comprende tres tipos básicos: jeroglífica, hierática y demótica, esta última corresponde al periodo tardío del antiguo Egipto.

Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en el siglo XIX, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Conseguir descifrar este documento se lo debemos a los estudios realizados por Thomas Young y Jean-François Champollion.

 

Etimología

La palabra jeroglífico proviene de las raíces griegas ιερος (sagrado) y γλυφειν (grabar).

La frase egipcia para jeroglífico se translitera mdu nṯr, transcrita como medu necher, significa palabras divinas 

 

Signos de una sola letra
Signo Trans. Pron. Notas
A
3 a Oclusiva-glotal-sorda
"A" española, aleph semítica
Buitre egipcio
i
i Constrictiva-palatal-sonora
"I" española, yod semítica.
Un junco
i i

o

y
y y Constrictiva-palatal-sonora
"Y" similar a la y de "yo"
yod doble
Par de juncos o de trazos
a
ˁ a Fricativa-farinjal-sonora
"A" corta, ayin semítica
Brazo
w

o

W
w u Constrictiva-bilabial-velar-sonora
"U" española
Codorniz joven
o su abreviatura hierática
b
b b Oclusiva-labial-sonora
"B" española
Parte inferior de la pierna
p
p p Oclusiva-labial-sorda
"P" española
Estera de juncos o taburete
f
f f Fricativa-labiodental-sorda
"F" española
Vibora cornuda
m
m m Oclusiva-sonora-labial-nasal
"M" española
Lechuza
n
n n Oclusiva-sonora-dental-nasal
"N" española
Ondulaciones de agua
r
r r Líquida-vibrante-dental
"R" simple española
Boca
h
h h Aspirada-laringal-sorda
"J" sorda
Cabaña de juncos
H
h Aspirada-faringal-sorda
"J" sorda. Letra árabe
Mecha retorcida
x
j Fricativa-velar-sorda
"J" española. Letra árabe خ
Placenta o un ovillo
X
j Fricativa-mediopalatal-sorda
"J" más suave que j española
Estómago y cola de animal
s

o

z
s s Fricativa-sibilante-dental-sonora
"S" española
Tela doblada
o cerrojo de una puerta
S
š sh Sibilante-prepalatal-sorda
"Ch" andaluza
Alberca de jardín
q
q Uvular oclusiva sorda
"Q" semítica
Ladera de una colina
k
k k Oclusiva-velar-sorda-aspirada
"k" de kilo
Canasta con asa
g
g g Oclusiva-dorso-palatal-débil
"G" española de gato
Jarra
t
t t Oclusiva-dental-sorda
"T" española aspirada
Panecillo
T
ch Oclusiva-dental-sorda
"Ch" española
Cuerda anudada
d
d d Oclusiva-dental-débil
"D" sorda
Mano
D
dy Africada-prepalatal-débil
Sonido próximo a "DY"
Serpiente

Historia y evolución

Se cree que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia el 3300 a.C., aproximadamente en la misma época en la que apareció la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años: la última inscripción conocida data del 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.

Desde la época del Imperio Antiguo los jeroglíficos egipcios fueron un sistema de escritura en el que se mezclaban ideogramas, signos consonánticos (simples, dobles e incluso triples) y determinantes (signos mudos que indicaban a qué familia léxica pertenece una palabra). A partir de la dinastía XVIII, los escribas comenzaron a utilizar cierto número de signos consonánticos dobles silábicos (sȝ, bȝ, kȝ etc.) para transcribir los nombres semíticos o de dicho origen, pero este tipo de escritura quedó exclusivamente restringida a tal ámbito.

Fuera cual fuera su función, los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no conociese el significado del mismo. Y es que, efectivamente, para diseñar la escritura jeroglífica los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.

Los jeroglíficos se grababan en piedra o bien, en el caso de la escritura hierática y demótica, con cálamo y tinta sobre papiros, madera, o soportes menos perdurables.

El uso de los jeroglíficos grabados se limitaba a los dominios en los que la estética o el valor mágico de las palabras adquirían relevancia: fórmulas de ofrendas, frescos funerarios, textos religiosos, inscripciones oficiales, etc.

Orientación de la escritura

 

En períodos anteriores el repertorio en uso era siempre menor de 1.000 (como 700 en el período medio egipcio.)

Una inscripción jeroglífica puede estar realizada en columnas o en líneas horizontales, siendo la primera más antigua que la segunda. La secuencia de signos es continua. No hay signos de puntuación o espacios que indiquen división entre palabras.

La orientación es usualmente hacia la derecha, con los signos individuales y la inscripción de la cual forman parte a ser leída de izquierda a derecha, y lo superior teniendo precedencia sobre lo más bajo.

La orientación hacia la izquierda también ocurre, pero solamente bajo ciertas normas: fue empleada, por ejemplo, en inscripciones que acompañan figuras que miran hacia la derecha o que proveen balance o simetría en una composición de gran tamaño.

Ejemplos de inscripciones en columnas orientadas en ambas direcciones se dan al lado. La dirección de la escritura se indica así como el orden en el que los signos han de ser leídos.

Como puede verse, una clave para saber la dirección de la escritura viene dada por ciertos signos, especialmente humanos o animales, que tienen un anverso y un reverso fácilmente reconocible.           

El gráfico inferior muestra tanto el sentido de la lectura como el orden de la misma, en dos ejemplos verticales y dos horizontales.

 

Consideraciones estéticas o jeroglíficas representaron un importante papel en la organización interna de una inscripción. Los jeroglíficos no eran escritos en secuencia lineal, uno tras otro, como las letras de un sistema alfabético, sino que eran agrupados en cuadros imaginarios o rectángulos, para asegurar el arreglo más armonioso y minimizar la posibilidad de feos huecos vacíos. Todo esto afectaba al tamaño relativo y a las proporciones de los glifos y determinaba si una palabra era escrita completa o en forma abreviada. De hecho no es raro hallar glifos intercambiados en su orden por razones de aprovechamiento de espacio.

El orden de los glifos también se veía afectado por consideraciones de prestigio. Palabras de entidades de alto nivel (como "rey", "Dios", y nombres de dioses específicos), eran usualmente puestas antes de palabras a las que en el discurso seguían.

Esto se aprecia en la inscripción inferior donde los primeros tres signos significan "una ofrenda que da Anubis". En el orden de los glifos, el de Anubis, que es el chacal, es el primero porque Anubis es un dios, aunque en el orden del lenguaje hablado sería el tercero.

 

El copto es el último estado de la lengua y escritura egipcias. Aún se emplea en nuestros días, pero sólo como lengua litúrgica. Se escribe utilizando el alfabeto griego junto con siete caracteres demóticos para transcribir fonemas no existentes en griego. A parte de esto, la escritura egipcia no ha sido empleada nunca más para transcribir ninguna lengua moderna.

Por otra parte, es preciso señalar que, según ciertos investigadores, la escritura jeroglífica sería, junto con la influencia del proto-sinaítico, el origen del alfabeto fenicio, el cual a su vez derivaría en el alfabeto hebreo, arameo y griego, de los cuales provienen los alfabetos latino y cirílico.

Escritura hierática

La escritura hierática permitía a los escribas del Antiguo Egipto escribir rápido, simplificando los jeroglíficos. Fue durante amplios periodos la escritura utilizada en textos de la administración y religiosos (la palabra proviene del idioma griego: hieros = sagrado)

La escritura jeroglífica no era la más adecuada para escribir con cálamo en papiros y esto originó la escritura hierática, más sencilla y estilizada, que fue empleada por los escribas en textos religiosos, científicos y literarios hasta finales de la civilización egipcia antigua.

El papiro con escritura hierática más antiguo conocido data de la época de Neferirkara-Kakai, de la dinastía V, que se escribía con cálamo, una caña cortada a modo de pincel, y tinta negra o roja donde se necesitara resaltar determinados asuntos. Se trazaban los textos, como la escritura jeroglífica, en líneas o columnas, pero a partir de la dinastía XII sólo aparecen en líneas y siempre de derecha a izquierda. Era un grafismo muy útil para escribir en papiros y ostracas.

Desde el final de la dinastía XX hasta el principio de la dinastía XXVI, durante el Tercer Período Intermedio, se originó la escritura denominada "hierática anormal" que fue utilizada de los siglos IX a VII adC, en la región de Tebas, donde algunas inscripciones en monumentos se realizaron en escritura hierática, pero se utilizó principalmente para textos legales, contratos de arrendamiento, cartas, y otros asuntos cotidianos. En época de Psamético I, el demótico se convirtió en la escritura oficial, perdiendo importancia el "hierático anormal".

Durante la época de los Ptolomeos se circunscribió su uso a los textos religiosos, aunque para otros documentos se empleara el demótico. En el periodo de dominación romano se escribieron en hierático, o demótico, todas las obras de carácter funerario.

Imagen:Papyrus Ebers.png             Texto en escritura demótica, en una réplica de la Piedra Rosetta

Escritura demótica

 

El término demótico se refiere tanto a la caligrafía que siguió al hierático en el Antiguo Egipto como a la última etapa del idioma egipcio, que se solía escribir con el alfabeto demótico.

Tras su introducción, el hierático se siguió utilizando por motivos religiosos, mientras que el demótico se usó con fines económicos y literarios. En contraste con el hierático, que solía escribirse en papiros u ostracas, el demótico a menudo se grababa en piedra y madera.

Se comenzó a usar alrededor del 660 adC y se convirtió en la escritura dominante del Antiguo Egipto cerca del 600 adC. A inicios del siglo IV fue siendo reemplazado por el idioma griego en los textos oficiales; el último uso que se conoce es en el año 452 de nuestra Era, sobre los muros del templo dedicado a Isis, en File.

Demótico antiguo

El Demótico antiguo se concibió en el Bajo Egipto durante la última época de la dinastía XXV, figurando en las estelas del Serapeum de Saqqara. Está generalmente datado entre 650 y 400 adC mientras que la mayoría de los textos escritos en Demótico antiguo se fechan en la dinastía XXVI y el periodo de dominación persa, la dinastía XXVII. Después de la reunificación de Egipto bajo Psamético I, el Demótico substituyó al hierático en el Alto Egipto, particularmente durante el reinado de Amasis cuando se convirtió en la escritura oficial administrativa y legal. Durante este periodo, el Demótico fue utilizado solamente en los textos administrativos, legales, y comerciales, mientras que el jeroglífico e hierático fueron reservados para textos ceremoniales.

Demótico medio (ptolemaico)

El Demótico medio (c. 400 a 30 adC) es la etapa de la escritura usada durante el período ptolemaico. A partir del cuarto siglo adC, la utilización del Demótico crece, como se puede ver por el incremento del uso en textos literarios y religiosos. Hacia el final de tercer siglo adC, el Griego era ya más importante, pues era la lengua administrativa del país; Los contratos en Demótico perdieron la mayor parte de su fuerza legal a menos que hubiera una anotación en griego colocada por las autoridades.

Demótico tardío (romano)

Al principio de la época romana de Egipto, el Demótico fue progresivamente menos utilizado en la vida pública. Hay, sin embargo, un número de textos literarios escritos en Demótico tardío (de 30 adC a 452), especialmente en los siglos primero y segundo, aunque la cantidad de textos en Demótico disminuyó rápidamente hacia el final del siglo segundo. Después el Demótico solamente fue utilizado en algunos ostraca, anotaciones en textos griegos, etiquetas de momias, y pintadas. El último ejemplo de escritura Demótica se fecha el día 11 de diciembre del año 452, y consiste en una pintada en los muros del templo del Isis, en File.

La lengua Demótica

La lengua Demótica es una variedad de la lengua egipcia, la última cronológicamente, y comparte mucho con la lengua Copta posterior. En las fases anteriores del Demótico, tal como los textos escritos en la antigua escritura Demótica, representó probablemente el idioma hablado de la época. Pero, como fue utilizada cada vez más solamente con propósitos literarios y religiosos, la lengua escrita divergió cada vez más de la forma hablada, dando a los últimos textos Demóticos un carácter artificial, similar al uso del egipcio medio clásico durante el período Ptolemaico.

Demotisch

Hieroglyphen

Transkription

konventionelle Aussprache

W a gen

Miete; ja

Miete; ja

W a(o) gen

H u nd, W asser

B ein

P anama

F uß

M und

n ein

R ost

H aus

  ch (in ach)

la ch en

Si ch el

Ro s e

Flu ß

sch ön

Ku h

K iefer

G abel

T au

Ma tsch

D orf

Dsch ungel

-

e

e arly

l

l ove

 

Causas del desarrollo del sistema de escritura

Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de practicidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el Imperio Antiguo, como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.

Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el papiro Rhind, donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "libro de los Muertos" emplean esta forma de escritura.

La escritura jeroglífica quedó reservada para los monumentos reales, templos, palacios, tumbas, joyas, muebles de la corte, amuletos, etc., por cuestiones no solo estéticas sino también por su carácter simbólico y mágico, pues grabar el nombre de una persona en jeroglífico implicaba que cometer un error al escribirlo o el hecho de dañarlo podría influir en la persona a quien hacia referencia dicho jeroglífico.

El hierático, también surge en un periodo donde el lenguaje se ve transformado, ya que de los ideogramas que representaban los primeros jeroglíficos, se pasa a un proceso de conceptualización, para finalmente sintetizar cada símbolo un sonido. Es muy interesante ver la relación y similitud entre el sistema jeroglífico, el hierático, el hebreo antiguo y el fenicio; de este último es muy simple la relación con el griego.

 

La causa de la escritura: La religión

Los egipcios se referían a este sistema de escritura como "escritura de las palabras divinas", o "palabras divinas". Es decir, para ellos su sistema de escritura no era una cosa común, sino algo asociado con cuestiones religiosas.

Los egipcios creían que los jeroglíficos tenían el poder de dar vida a lo que describían o afirmaban. Una fórmula funeraria invocando los beneficios de un dios era suficiente, en sí misma, si estaba escrita en jeroglífico de asegurar la recepción de dichos beneficios siempre que el nombre del destinatario fuera mencionado. El nombre de la persona, inscrita en jeroglífico, personificaba la identidad de la misma. Si en la representación de una persona faltaba su nombre, también faltaba el medio de asegurar su existencia de ultratumba. Destruir el nombre de una persona era privarlo de su identidad y reducirlo a la inexistencia.

   

 

El poder de la escritura: La magia

En varias ocasiones en la historia de Egipto, los cartuchos de un gobernante muerto fueron sistemáticamente mutilados o removidos de monumentos, en un acto de venganza del sucesor. Incluso los dioses no eran inmunes a estos ataques. Cuando el rey Akhenaton instituyó la nueva religión del disco solar y abolió el antiguo régimen, ordenó, entre otras cosas, que el nombre del principal de los dioses, Amun, fuera borrado de los monumentos del país, cosa que todavía puede apreciarse en las piezas que han llegado hasta nosotros. De forma similar, el monumento de una persona a veces pasaba a ser de otra. El acto esencial para dicha "usurpación" era el cambio de nombre; el nombre original era quitado y el nuevo puesto en su lugar; el monumento quedaba tal cual, simplemente con ese pequeño cambio. En la imagen inferior hay algunos ejemplos marcados de cambios de signos. Los signos cambiados van marcados con una cruz.

 

La creencia en la eficacia mágica de las "divinas palabras" se advierte en los intentos que se hacían para limitar el poder de ciertos jeroglíficos, sobre todo los que describen humanos, pájaros y animales. Se suponía que tenían un considerable potencial dañino si estaban localizados en zonas mágicamente "sensibles", como las paredes de una cámara funeraria o los lados de un sarcófago. El miedo era que pudieran asumir una vida hostil independiente y consumir las ofrendas de comida depositadas para el muerto o incluso atacar al cadáver mismo. Para evitar esto se tomaban ciertas precauciones para neutralizar estas amenazas. Algunas veces tales jeroglíficos eran eliminados y sustituidos por anodinas sustituciones. En otras ocasiones eran modificados en alguna forma para inmovilizarlos. Los cuerpos de figuras humanas y las cabezas de insectos y serpientes eran omitidos, los cuerpos de pájaros recortados, los cuerpos de ciertos animales cortados en dos y las colas de serpientes abreviadas. Las criaturas particularmente peligrosas, como la inicua serpiente llamada Apophis, el gran enemigo del dios solar Ra, eran mostradas muertas o clavadas con cuchillos o lanzas. La figura inferior muestra algunos ejemplos de jeroglíficos mutilados.

 

El origen de la escritura: Divino

Los orígenes de este sistema de escritura son desconocidos. Para los egipcios era una invención de los dioses, en particular de Thoth, el escriba divino, quien se describe a sí mismo como el "señor de la escritura". Las más antiguas inscripciones halladas proceden de Hierápolis, a unos 70 Kms. al sur de Tebas, en el Alto Egipto. Se trata de una cantidad de paletas de pizarra, de las cuales la más famosa es la llamada "Paleta de Narmer", llamada así por la creencia de que los dos símbolos centrales en la inscripción superior, tanto en el anverso como en el reverso, representan signos que un egipcio más moderno podría leer como "Narmer". La paleta ha sido datada hacia el año 3.000 antes de Cristo. La escena central del anverso (figura derecha) muestra a un rey egipcio en el acto de forzar de rodillas a un enemigo. La escena de la derecha exhibe un halcón, probable símbolo del rey como dios Horus, llevando a un hombre con una cuerda desde la región del Delta, simbolizado por la cabeza de un hombre y seis papiros.

 

Los escribas

Es un craso error afirmar que la escritura estaba circunscrita solamente a las castas sacerdotales, olvidándose de una institución fundamental en todo el antiguo Egipto: los escribas.

Ser escriba era la aspiración de cualquier egipcio sin ascendencia noble, teniendo más importancia que la carrera militar, de hecho, no había posibilidad de acceso a una alta posición en el gobierno para aquella persona que no hubiera sido escriba. La vida misma del antiguo Egipto discurría alrededor del escriba, éste era quien anotaba el nivel de las crecidas del Nilo (esencial para la seguridad alimenticia de la población), quien consignaban el estado de los canales y diques (fundamentales para conservar y encauzar el agua después de la época de inundación), el acopio de los graneros, etc.

 

 

 

Jean-François Champollion y la Piedra de Rosetta

Una pequeña lápida de basalto negro y forma irregular esconde el secreto de los jeroglíficos del antiguo Egipto. Hallada casualmente en julio de 1799 por el oficial francés Bouchard, durante la campaña egipcia de Napoleón, contiene tres inscripciones del mismo texto, dos de las cuales aparecen en egipcio antiguo (jeroglífico y demótico) y una tercera en griego.

    

Jean-François Champollion, traductor de la piedra, estaba convencido de que la lengua copta, en la que se consideraba experto, era una derivación de la antigua lengua de los faraones. "Quiero saber el egipcio como el francés, -afirmaba-. El copto lo hablo yo solo, ya que nadie me entendería". Durante años, en la tranquilidad de su casa de Grenoble, Champollion estudia incansable una de las cien copias de la piedra que mandara imprimir Napoleón. Comparando el texto demótico egipcio con el texto griego que tradujo al copto, espera encontrar no sólo su significado, sino también el valor fonético de las palabras y caracteres egipcios.

Años de laborioso y continuado esfuerzo, sin aparente fruto, terminan por alterar su salud y su bolsillo. Presa del pesimismo y la desolación, teme que otro se le adelante y le robe finalmente la gloria de descubrir la clave de los jeroglíficos. Thomas Young, ilustre filósofo ingles, vislumbraba por aquellos días el estrecho parentesco existente entre la denominada escritura cursiva (una variante del demótico) y los jeroglíficos.

Las conjeturas del profesor inglés serían pronto evidencias para Champollion. Al comparar las inscripciones entre sí, este último consigue finalmente demostrar que la escritura cursiva es en realidad una mera simplificación de la jeroglífica. A su vez, los caracteres demóticos no son sino la última degradación a la que, con el paso del tiempo, llegaron los signos originales. Acababa de descifrar la piedra.

 

Los cartuchos donde se hallaban los nombres de Cleopatra y Ptolomeo fueron las claves que le dieron la solución a Champollion para descifrar el enigma.

 

 

 

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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