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BIBLIOTECA VATICANA

 

  

Web Oficial de la Biblioteca Vaticana

 

La Biblioteca Vaticana (Bibliotheca Apostolica Vaticana, en latín) es la biblioteca de la Santa Sede, ubicada en Ciudad del Vaticano. Es una de las más antiguas bibliotecas del mundo y custodia una importante colección de textos históricos.

A partir de julio de 2007, la biblioteca se encuentra temporalmente cerrada al público para la reconstrucción, que se espera que esté terminada para septiembre de 2010.

 

Bild:Salone-sistino.jpg

 

Historia

 

Los expertos dividen en cinco etapas la historia de la biblioteca:

Pre-Laterana: los inicios de la biblioteca, correspondientes a la primera etapa de la historia de la Iglesia, antes de que se instalase en el Palacio de Letrán. Muy pocos libros corresponden a esta etapa.

 Laterana. Se inicia cuando libros y manuscritos se guardaron en el Palacio de Letrán, y se prolonga hasta finales del siglo XIII, durante el papado de Bonifacio VIII.

Aviñón. Durante este período tuvo lugar un importante crecimiento de las colecciones de libros y archivos de los papas que residieron en Aviñón, entre la muerte de Bonifacio VIII y 1370, cuando retornó a Roma la sede papal.

Pre-Vaticana. Entre 1370 y 1447 la biblioteca se dispersó, quedando partes en Roma, en Avignon y en otros lugares.

Vaticana. Etapa actual, iniciada en 1448, cuando la biblioteca se trasladó al Vaticano.

 

El Papa Nicolás V fundó la biblioteca en 1448 reuniendo unos 350 códices griegos, latinos y hebreos heredados de sus antecesores con sus propias adquisiciones, entre las que estaban varios manuscritos de la biblioteca imperial de Constantinopla. La fundación propiamente dicha tuvo lugar cuando Sixto IV, con la bula Ad decorem militantis Ecclesiae (15 de junio de 1475), le asignó un presupuesto y nombró bibliotecario a Bartolomeo Platina, quien elaboró un primer catálogo en 1481. La biblioteca poseía entonces más de 3.500 manuscritos, lo que la convertía de lejos en la mayor del mundo occidental. Hacia 1587, el Papa Sixto V encargó al arquitecto Domenico Fontana que construyera un nuevo edificio para albergar la biblioteca, el que se utiliza todavía.

A comienzos del siglo XVII se segregó de la biblioteca el Archivo Secreto Vaticano. En 1623, la Biblioteca Palatina de Heidelberg, que contenía unos 3.500 manuscritos, fue donada a la Biblioteca Vaticana por Maximiliano I, duque de Baviera, en agradecimiento por el apoyo que le había prestado el Papa Gregorio XV durante la Guerra de los Treinta Años. En 1657 se adquirieron también los manuscritos de la casa ducal de Urbino.

En 1661 el intelectual griego Leo Allatius se convirtió en bibliotecario. En 1689 se incorporaron a la biblioteca las colecciones de la reina Cristina de Suecia.

 

    

 

Durante el siglo XVIII, la biblioteca se enriqueció también con nuevas adquisiciones surgió el primer proyecto de publicar un catálogo completo de los manuscritos de la biblioteca. Sin embargo, sólo llegaron a publicarse tres de los veinte volúmenes proyectados. A finales del siglo algunos libros debieron ser entregados como tributo de guerra a la Francia napoleónica, si bien la mayoría fueron restituidos con la derrota de Napoleón, en 1815.

En 1995 se determinó que Anthony J. Melnikas, jubilado de la Universidad Estatal de Ohio, profesor de historia del arte, había robado una serie de páginas de libros raros en la Biblioteca Vaticana lo largo de varios años. Fue enjuiciado y las páginas fueron devueltas.

Hoy la biblioteca custodia unos 75.000 manuscritos y más de 1.100.000 libros impresos, de los cuales unos 8.500 son incunables. El Archivo Secreto Vaticano, que fue separado de la biblioteca a comienzos del XVII, contiene unos 150.000 volúmenes.

Entre los más importantes manuscritos de la biblioteca está el Codex Vaticanus, el más antiguo manuscrito conocido de la Biblia. La Historia Secreta de Procopio se descubrió en esta biblioteca, y se publicó en 1623. También se encontró en ella uno de los tres cancioneros conocidos de la lírica galaicoportuguesa, el llamado Cancionero de la Biblioteca Vaticana.

Actualmente, la biblioteca está abierta a los investigadores debidamente cualificados.

 

Imago:Milkau Biblioteca Vaticana - Bücherschrank 279-2.jpg

 

Informatización de la B.Vaticana

 

En 1927 se había abandonado la famosa normativa de catalogación propia, para utilizar el modelo de la Library of Congress de Washington. Sin embargo, la tercera y última edición de la versión vaticana de estas Norme per il catalogo degli stampati apareció en 1949. Con ellas se llegó a tener un catálogo de más de 6 millones de tarjetas, entre entradas principales, secundarias, por materias, topográfico y reenvíos.

 

 

 

Debido al poco espacio disponible en las salas de lectura, cada vez con una afluencia mayor de estudiosos, y a la creciente dificultad para localizar los libros (y quedan muchas colecciones sin catalogar), en 1985 se iniciaron los estudios para informatizar los fondos. Se hicieron numerosas visitas a grandes bibliotecas y finalmente se decidió adoptar el sistema canadiense Geac 8.000 que se inauguró en septiembre de 1989, con sistema operativo unix y con formato usmarc. Había 50 terminales conectados en diferentes dependencias del Vaticano. Con la informatización se adoptaron también las normas de descripción bibliográfica aacr2 (anglo american cataloguing rules), aunque conservando las Normas Vaticanas de encabezamientos de materias.

 

El Papa Sixto IV nombra a Bartolomeo Platina prefecto de la Biblioteca Vaticana, fresco de Melozzo da Forlì, c. 1477 (Museos Vaticanos)

 

El Papa Sixto IV nombra a Bartolomeo Platina prefecto de la Biblioteca Vaticana, fresco de Melozzo da Forlì, c. 1477 (Museos Vaticanos)

 

Se ha tenido en mente crear una red de bibliotecas, y de hecho hay algunos terminales fuera de la Ciudad del Vaticano, como en la Facultad de Magisterio "Maria Ss. Assunta" de Roma, pero las universidades pontificias romanas trabajan independientemente de la BV y recientemente adoptaron de forma conjunta el sistema israelí Aleph.

La bdd de la BV está dividida en tres partes: materiales impresos (incluidas las revistas); objetos artísticos; y manuscritos y documentos de archivo. Sin embargo los Archivos Vaticanos se encuentran aparte, y siguieron un proyecto de informatización especial para archivos diseñado por un equipo de la Universidad de Michigan.

La BV es consciente de que es un punto de referencia importante en la comunidad científica internacional y quiere avanzar en el empleo de las nuevas tecnologías de la información, por lo que además de continuar la retroconversión de los catálogos se está planteando publicarlos en cd-rom.

Por medio de Internet será posible consultar online los valiosos fondos de la Biblioteca Vaticana

 

Fondos desconocidos de la Biblioteca Vaticana

La biblioteca más elegante del mundo custodia en un búnker subterráneo ultramoderno buena parte de la historia de la humanidad y obras inéditas de autores clásicos griegos, latinos y árabes. Entre sus 150.000 manuscritos, en su gran mayoría sin catalogar, hay muchos tesoros ocultos.
Igual que han salido a la luz el VI Libro de la República de Cicerón o un manuscrito de Miguel Ángel, las «sorpresas» continuarán aflorando durante los próximos dos o tres siglos.

 
Ambrogio Piazzoni, primer viceprefecto laico en la historia de la Biblioteca Vaticana, explica la inmensidad de la tarea: «Tenemos en catálogo 60.000 códices, pero de la gran mayoría sabemos poco más de un título. Tan sólo de 9.000 conocemos el contenido detallado, y eso es fruto de los últimos cien años de trabajo». Piazzoni, profesor de Historia del Manuscrito en la Universidad de Tuscia (Viterbo), añade que «una persona puede catalogar bien unos diez códices al año, pues lleva mucho tiempo leerlos, verificarlos y sistematizar su contenido. Al ritmo que hoy es posible, necesitamos varios cientos de años».

La Biblioteca Vaticana, nacida en el siglo IV y modernizada en el XV, mantiene, según Piazzoni, «un equilibrio difícil entre el acceso al público y la protección del patrimonio de la humanidad. La caligrafía de Petrarca en su «Cancionero», por ejemplo, se desvanece cuando se expone a la luz. Millares de obras únicas, sería mejor no tocarlas nunca, pues les perjudica la luz, la humedad de la respiración y los cambios de temperatura». Por eso, sólo se permite el acceso a investigadores selectos -unos cuatro mil al año-, y la presencia simultánea en las bellísimas salas de lectura, a medio centenar.
 

Paradójicamente, la biblioteca que ignora el contenido de miles de códices únicos en el mundo, conoce en tiempo real la posición y el uso de 50.000 valiosos libros a los que ya se ha implantado un minúsculo chip en su interior. El sistema de control, que llegará al total de 1.600.000 volúmenes, ahorra peligro de robos y daños físicos, sobre todo a los textos más antiguos, como los 8.300 de los aproximadamente diez mil libros «incunables», impresos antes de 1501, que existen en el mundo. Gracias al chip no es necesario abrirlos, ni perder tiempo volviendo al fichero para leer el índice y sumario del contenido.

 



Acercando al libro un sencillo ordenador de mano, aparecen en la pantalla todos esos datos. El paseo por un laberinto de 50.000 metros de estantería es un viaje fascinante por la historia de la ciencia y el pensamiento humano. El Archivo Secreto, que conserva los documentos oficiales, añade otros 90 kilómetros de libros y carpetas. Encima de las interminables galerías de anaqueles metálicos -semioscurecidas y repletas de alarmas antihumo, antiinsectos o antirrobo-, se alza la famosa Torre de los Vientos, el observatorio construido por Gregorio XIII para estudiar la posición del sol y fijar el nuevo calendario «gregoriano» que sustituyó en 1582 al de Julio César, el «juliano», desfasado muchos días, al cabo de un milenio y medio, en la fecha del solsticio de verano y de invierno.


La Biblioteca Vaticana es una «máquina del tiempo». Entre sus manuscritos se cuenta el papiro «Bodmer 8», del año 200, que contiene dos cartas de San Pedro, y el mítico «Codex B», la Biblia completa más antigua del mundo, del siglo IV, escrita en airosas letras mayúsculas griegas perfectamente legibles. Según Piazzoni, «quizá sea una de las Biblias que el emperador Constantino regalo a las principales basílicas después de presidir el primer Concilio Ecuménico en Nicea el año 325. El emperador confió ese trabajo monumental al obispo Eusebio, de Cesarea Marítima, cerca de Jerusalén, el primer historiador de la Iglesia».

 

 

Bibliotecarios de la Biblioteca Vaticana desde 1830

Giuseppe Cardinal Albani (23 Apr 1830 - 3 Dec 183- Bartolomeo Platina (1475-1481)

Cesare Baronius

Marcello Cervini (1548 - 1555)

William Allen

Lucas Holstenius (1653 - )

Flavio Chigi (1659-1661)

Enrico Noris, OSA (1700-1704)

Benedetto Pamphilj (1704-1730)

Angelo Maria Quirini, O.S.B. (1730-1740)

Domenico Silvio Passionei (1755-1761)

Alessandro Albani (1761-1779)

Luigi Valenti Gonzaga (1802-1808)Cardenal Giuseppe Albani (23 Abril 1830 - 3 de Diciembre 1834)

Angelo Cardinal Mai (27 Jun 1853 - 9 Sep 1854) - Cardenal Angelo Mai (27 Jun 1853 - 9 de septiembre de 1854)

Antonio Cardinal Tosti (13 Jan 1860 - 20 Mar 1866) - Cardenal Antonio Tosti (13 Enero 1860 - 20 Marzo 1866)

Jean-Baptiste-François Pitra (19 Jan 1869 - 12 May 1879) - Jean-Baptiste-François Pitra (Enero 19, 1869-Mayo 12, 1879)

Alfonso Capecelatro di Castelpagano ( 1899 - 11 Nov 1 - Alfonso Capecelatro di Castelpagano (1899 - 11 Noviembre 1912)

Francis Aidan Gasquet (9 May 1919 - 5 Apr 1929) - Francis Aidan Gasquet (9 de mayo de 1919 - 5 de Abril de 1929)

Franz Ehrle (17 Apr 1929 - 31 Mar 1934) - Franz Ehrle (17 Abril 1929 - 31 de mar de 1934)

Giovanni Mercati (1936 - 1957) - Giovanni Mercati (1936 - 1957)

Eugène-Gabriel-Gervais-Laurent Tisserant (14 Sep 1957 - 27 Mar 1971 ) - Eugène-Gabriel Gervais-Laurent-Tisserant (14 Sep 57 - 27 Marzo 71)

Antonio Cardinal Samore (25 Jan 1974 - 3 Feb 1983) - Cardenal Antonio Samoré (25 Enero 1974 - 3 de Febrero de 1983)

Alfons Maria Cardinal Stickler (8 Sep 1983 - 1 Jul 1988) - Cardenal Alfons Maria Stickler (8 septiembre del 83 - 1 Julio del 88)

Antonio María Javierre Ortas (1 Jul 1988 - 24 Jan 1992) - Antonio María Javierre Ortas (1 Julio 1988 - 24 de Enero de 1992)

Luigi Cardinal Poggi (9 Apr 1992 - 7 Mar 1998 ) - Cardenal Luigi Poggi (9 Abril 1992 - 7 de Marzo de 1998)

Jorge María Mejía (7 Mar 1998 - 24 Nov 2003) - Jorge María Mejía (7 Marzo 1998 - 24 de noviembre de 2003)

Jean-Louis Cardinal Tauran (24 Nov 2003 - 25 June 2007) - Cardenal Jean-Louis Tauran (24 Nov 2003 - 25 de junio de 2007)

Raffaele Farina (25 June 2007 - ) - Raffaele Farina (25 de junio de 2007 -)

 

 El cargo de Bibliotecario de la Biblioteca Vaticana se ha nombrado al mismo tiempo que el de archivero del Archivo Secreto Vaticano desde 1957.

 

 

 

 

     

    Actualizado el 01/03/2010          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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