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EL BIBLIOTECARIO

CONCEPTO, FORMACIÓN Y ASOCIACIONES

 

 

Un bibliotecario, conocido en algunos países como bibliotecólogo, es un profesional de las bibliotecas. Se trata de una persona que, en el ámbito de una biblioteca o centro de documentación desarrolla procedimientos para organizar la información, así como ofrecer servicios para ayudar e instruir a las personas en las maneras más eficientes para identificar y acceder a la información que necesiten, en sus diferentes formatos (artículo, libro, revista, disco compacto, videograbación, archivo digital, etc).

Su tarea se ha ido transformando con el tiempo; han pasado de ser meros custodios de las colecciones de libros a ser intermediarios entre los usuarios que requieren satisfacer alguna necesidad de información y las colecciones de información que les son confiadas.

Las tareas de los bibliotecarios son múltiples: adquisición de nuevos materiales, catalogación y clasificación de los mismos, desarrollo de las colecciones, descarte de materiales obsoletos, establecimiento de políticas o normas de funcionamiento de los centros de información o bibliotecas donde trabajan, conducción de entrevistas de referencia, contratación de servicios y suscripción a revistas impresas o electrónicas, investigación.

Los bibliotecarios trabajan en distintos ámbitos: bibliotecas públicas comunitarias, bibliotecas de instituciones educativas (públicas o privadas), y bibliotecas especiales, entre las cuales están las bibliotecas internas de las empresas, y las bibliotecas especializadas, por ejemplo en un instituto de investigación.

El Día mundial del bibliotecario se celebra el 10 de julio.

 

 

Asociaciones

La IFLA es la Federación Internacional de las Asociaciones y de las Instituciones de la Biblioteca. Existen asociaciones de bibliotecarios en cada país. La SLA es la Asociación de Bibliotecas Especiales.

La Sociedad española de documentalistas (SEDIC) en España es una asociación de documentalistas o bibliotecarios científicos y en Internet puede

Anabad es la Asociación nacional de archiveros, bibliotecarios, museólogos y documentalistas.

 

Formación

En España el acceso a la profesión se puede hacer mediante la superación de oposiciones a alguna de las distintas escalas profesionales de bibliotecas, o por contratos, bien en las empresas privadas bien en la Administración. Su formación académica se basa en dos carreras universitarias: La Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación y la Licenciatura en Documentación. Hay que señalar que éste es el caso español, sin embargo cada país posee sus niveles formativos propios. En cualquier caso, durante su formación, los bibliotecarios aprenden a analizar las necesidades de información que puedan tener los usuarios de este tipo de centros, además de usar una gran variedad de recursos informativos para satisfacer estas necesidades.

Los países anglosajones, pioneros en múltiples aspectos del mundo del libro fueron también los precursores de la formación profesional del bibliotecario, cuyo espíritu arranca de la concepción de esta ocupación como una profesión propia de caracteres bien definidos, y no como una serie de funciones realizadas de forma complementaria por otros profesionales (catedráticos, investigadores, maestros, etc.). La primera vez que se planteó este problema fue en el I Congreso Nacional de Bibliotecarios, Filadelfia, 1876: al año siguiente comenzaron las primeras enseñanzas en la Universidad de Columbia. En el Reino Unido, estas enseñanzas nacieron al tiempo que la Library Association, en 1885. Francia había fundado la École des Chartes en 1863, para el estudio de los documentos antiguos, pero no fue hasta 1869 cuando se creó una sección de Bibliografía. Los primeros diplomas en Biblioteconomía son de 1932 y por fin en 1963 se funda la École Superieure de Bibliothècaires de París, trasladada a Villeurbanne en 1974.

En España los antecedentes datan del siglo XVIII, cuando se establecieron los primeros centros de estudios de estas materias en las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, aunque los primeros estudios sistemáticos aparecen en 1856 con la creación de la Escuela Diplomática, y la creación, dos años después del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios. En 1914 Eugeni D'Ors fundó la Escuela de Bibliotecarias de Cataluña y en 1932 se crea el cuerpo de Ayudantes, con lo cual se acepta la diversificación de funciones. Durante muchos años, la formación profesional del bibliotecario no formó parte de las enseñanzas académicas regladas, excepto en Cataluña, aunque existieran excelentes centros de formación de profesionales, como era la Escuela de Bibliotecarios que durante algún tiempo funcionó en la Biblioteca Nacional.

Situación actual.

1. España.

En nuestro país se crean en 1978 las enseñanzas de Biblioteconomía y Documentación y en 1981 se dan las directrices para su programación. En 1988 se crean especialidades en estas áreas en los bachilleratos experimentales y en en Formación Profesional de tercer grado. Existen Escuelas de Biblioteconomía y Documentación, con nivel de Diplomatura en Barcelona, Granada, Murcia, Salamanca, Madrid, etc. La Universidad de Santiago de Compostela tiene esta especialidad entre sus estudios, pero no consta en el título: es una rama de Ciencias de la Información. Además de eso existen numerosos cursos y Magisters, tales como el de Biblioteconomía, el de Documentación Pedagógica y el de Edición en la Complutense, el de Documentación de la Universidad Carlos III, en la Universidad de Barcelona y otros centros públicos o privados, tales como el C.E.U., la AMEB, SEDIC, etc. Estos cursos son tanto de formación como de actualización.

2. Otros países.

La situación de los estudios de biblioteconomía en otros países es muy variada, y no existe unidad de criterio. En general se van imponiendo dos aspectos, fruto de las exigencias prácticas de la profesión en la actualidad, y que responden a la necesidad de especialización:

 

a) Diversificación de enseñanza: documentalistas, bibliotecarios, archiveros.

b) Tres niveles: auxiliar, técnico y especialista.

 

Teniendo en cuenta la necesidad cada vez más apremiante de disponer de profesionales especialistas en una materia determinada, aumenta la demanda de bibliotecarios y documentalistas expertos además en otro campo de las ciencias o las letras: Derecho, Física, Medicina, etc. Ello ha provocado la tendencia a organizar los estudios de biblioteconomía y documentación en dos niveles diferentes, uno de técnicos y auxiliares, con un currículum basado exclusivamente en materias de este campo y otro interdisciplinario, que, sobre la base de una licenciatura en cualquier otro campo, proporcione los conocimientos necesarios para desempeñar la profesión de bibliotecario o documentalista especializado. En este caso los estudios tienen rango superior de posgrado y equivalen a lo que en Francia se conoce con el nombre de Doctorado de Tercer Ciclo.

Normas para las escuelas de Biblioteconomía.

Con el fin de unificar criterios en la formación profesional del bibliotecario, la IFLA decidió en 1976 dictar unas normas básicas de obligado cumplimiento. Posteriormente, y en vista de la dificultad de los países para aplicar indistintamente las mismas normas, que no en todos los casos eran posibles o aconsejables, se terminó publicando unas orientaciones para aplicar de acuerdo con las peculiaridades de cada país. Las líneas maestras de estas normas son las siguiente

 Estudios de nivel universitarios.

 Ratio de 12 alumnos/profesor y participación activa del alumnado en la gestión del centro.

 Objetivos y metas claramente formulados y capacidad de expedir títulos legalmente reconocidos.

 Situación definida dentro de la estructura de la Administración.

 Personal docente altamente cualificado.

 Materias compuestas por asignaturas de interés general y especializadas y desarrolladas en sus aspectos teóricos y prácticos.

 Presupuestos suficientes para alcanzar las metas propuestas.

 Instalaciones adecuadas y suficientes: aulas, bibliotecas, administración, salas de reuniones, audiovisuales, etc.

 Biblioteca formada para satisfacer las necesidades del alumnado, del profesorado y de la investigación.

 Actividades de educación permanente (cursos, seminarios, etc.)

 Gestión y planificación de los servicios de la escuela, requisitos de acceso determinados con claridad y política educativa coherente.

El programa estará organizado sobre las siguientes bases:

 Conocimiento de los principios y aplicaciones de la Biblioteconomía.

 Disciplinas obligatorias y optativas que permitan flexibilidad y especialización.

 Estudios previos requeridos de acuerdo con cada uno de los niveles.

 Preparación de una tesis o memoria de investigación.

 Conocimiento de lenguas extranjeras.

 Conocimiento profundo de principios, sistemas y métodos bibliotecarios.

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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